Los ojos de un castaño brillaban mientras observaba con un puchero a su esposo, quien se encontraba en aquel parque jugando con el mayor de sus hijos mientras a su lado, se encontraba su recién nacida; Jihyo. Una niña que tenía todos los rasgos de su padre, JungKook.
Sonrió al verla descansar con sus mejillas totalmente coloradas a causa del llanto que había soltado con anterioridad.
—Kookie— llamó al enorme animal que casi corriendo llegó hasta él.
Lo abrazó y el animal se posó entre sus piernas sentandose allí mientras meneaba la cola de un lado a otro sin dejar de observar al Omega que acariciaba sus cabellos de forma lenta.
La tranquilidad lo invadía y podía sentir el agradable viento mover sus prendas haciéndolo sentir un poco de frío pero, solo abrazar a Kookie le daba un poco del calor que necesitaba.
—Papi— escuchó la voz de su hijo y sonrió con ternura observando la corona de flores que este tenía en su cabeza, era totalmente lindo—. ¿Me veo lindo?— preguntó y Taehyung asintió dejando un beso en su mejilla.
—Precioso— murmuró y el niño se sonrojo evitando la mirada de su padre quien sonrió enternecido ante la dulce actitud que tenía su hijo mayor.
—Papá me ayudó a hacerla, dijo que me veía hermoso— agregó con una pequeña sonrisa regresando sus ojos hacia su papi quien ahora tenía su cámara en sus manos, sabía lo que se venía por lo que, se sentó frente a su papi y dejó que este lo fotografiara.
Su hermosa sonrisa relució ante la cámara y Taehyung fotografió el momento sintiéndose melancólico repentinamente y es que, su bebé estaba creciendo y ahora, era un dulce pre adolecentes que esperaba con ansias presentarse como Omega o Alfa.
Jungkook le había hablado sobre sus sospechas y Taehyung también tenía las mismas, y es que ambos crecían que el chico probablemente sería Omega pero... El destino solía ser sorpresivo y los Alfas dulces y poco dominantes existían, su hijo podría ser uno de esos.
—¿Papi?— llamó confundido el niño y el Omega salió de sus pensamientos dejando la cámara a un lado—. Mis compañeros hablaron conmigo de que probablemente sería un Omega...— murmuró el chico y él lo escuchó.
—¿Te molesta?— preguntó y pudo ver como este negaba, sin embargo podía ver en sus ojos que algo le preocupaba además, el puchero en los labios de su hijo lo exponían.
—En lo absoluto— respondió con una pequeña sonrisa—. Sin embargo, los alfas que ya se presentaron se han vuelto muy atrevidos conmigo y eso sí me molesta...— agregó y el ceño de Taehyung se frunció mientras buscaba a Jungkook con la mirada y cuando lo encontró le hizo varias señas para que se acercara, este se encontraba hablando con unos chicos.
—Cariño, no debes permitir ese tipo de actos, si te molestan expresalo y si ellos no se detienen, vas con el director o nos dices— informó y el chico sonrió mientras asentía repetidas veces y apartaba a Kookie para abrazar a su papi y dejar su rostro en el cuello de este aspirando el aroma que no dejaba de tranquilizarlo cuando lo necesitaba.
—¿Sucedió algo?— preguntó Jungkook uniéndose al pequeño abrazo sintiendo como Jungoo y Taehyung lo abrazaban de igual manera.
—Ya lo he solucionado— murmuró Taehyung y el alfa hizo una pequeña mueca dirigiendo sus ojos hacia su hijo quien lo observaba con burla.
—Lo siento— se disculpó.
Taehyung y Jungoo le restaron importancia a la situación mientras se levantaban, el menor tomó a su hermana en brazos mientras veía como sus padres recogían todo.