capitulo 1

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'El sonido de las hojas rompiéndose bajo mis pies era uno de mis favoritos. El aire frío chocaba contra mis mejillas como pequeñas agujas y contrastaba con un calor increíble a mi espalda. Tenía la sensación de que olía a tabaco y a perfume. Me desperté sobresaltada al ver unos ojos brillantes y pude ver delante de mí una figura alta de pelo negro y labios rojos. No consigo acordarme de nada más.'

-Bueno, pues como me dijo Baba ya he apuntado mis paranoias en la libreta y las he dicho en voz alta- dijo Alba en voz alta un poco harta de seguir la misma rutina todas las mañanas.

Roncando, Queen estaba roncando.

Alba le dio un toque en el hocico para despertarla con un puchero dibujado en su rostro y el animal se acercó a ella como pidiendo disculpas. -Siempre que te cuento mis sueños te quedas sobada... eres una gata muy penca, ¿lo sabías? pero te quiero pequeña bola de pelo-

Queen no era una gata normal, era la familiar de una bruja joven desde que sus poderes comenzaron a florecer y a hacer algún que otro estrago en casa. La acompañaba desde entonces como una fiel amiga y le ayudaba a espantar a los bichos que se escondían a veces en el pequeño hogar que habían creado juntas. Era un pisito pequeño escondido entre las luces de la ciudad decorado con multitud de libros, plantas que usaba para sus hechizos,muchos lienzos y un teclado. El arte se escapaba a cualquier ley de la magia y desde muy pequeña se había interesado por la música y la pintura así que, después de estudiar bellas artes, expuso algunas obras en pequeñas galerías de la ciudad,cantaba de vez en cuando en el club de una amiga y se sacaba algo más de dinero dando clases.

Por muy bruja que fuera, tenía que pagar sus gastos y no había muchos hechizos que fabricasen dinero. Su madre siempre le había alentado a ver mundo, a estudiar y a no vivir exclusivamente para el aquelarre así que su vida humana era realmente buena.

Como bruja, ayudaba a su abuela, Baba. Como casi todas las brujas en pleno siglo XXI, se dedican a hacer favores a cambio de un pago.

Un estruendo la sacó de sus pensamientos, como odiaba la tecnología, no la entendía ni pretendía hacerlo. ¿Qué clase de manía mundana era la de estar pegada todo el día a la mensajería?. Prácticamente todos sus amigos, humanos o no, se pasaban el día compartiendo memes y al final los mensajes importantes no los leía.

-Queen, reina, ¿has visto el teléfono?- La gata escaló con gracia por el sofá para indicarle a su dueña que el teléfono estaría escondido por ahí.

Era un mensaje de María, necesitaba cantante esa noche.

El club de María era un lugar especial donde las criaturas podían ser lo que realmente eran, aquellas paredes escondían mucho más que un simple bar bonito.

Alba chasqueó los dedos y un calendario lleno de notas salió volando por la habitación cerca de la gata hasta llegar a la hechicera. Podía acabar el último encargo el domingo y visitar a Baba el sábado.

-¡¡Mierda, Baba!!- Salió pitando a la cocina y allí se encontró un casi desastre, casi porque por los pelos echa a perder una poción que su yaya le había encargado.

Tenía tiempo de arreglarse así que apostó por unos pantalones negros y un body con transparencias que dejaba entrever sus tatuajes y runas repartidas por todo el cuerpo. Eyeliner y unas sombras de ojos cálidos para rematar con un suave brillo de labios que combinaba a la perfección con el pelo engominado y hacia atrás. Perfecta.

El local era enorme, con 2 plantas y un escenario en la baja. Instrumentos y luces de neón hacían juego con el equipo de sonido repartido por todo el club, la atmósfera mágica la culminaba unas luces flotantes por cortesía de una camarera bruja que trabajaba allí los fines de semana.

Darkness magicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora