Capítulo 9

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Tengo el próximo capítulo listo, así  averiguamos un poco más sobre Baba y su pasado. Se vienen escenas muy domésticas y otras muy de echar a arder un poquito, ya lo iremos viendo! Por supuesto, acepto ideas e incluso alguna petición solo tenéis que dejarlo en los comentarios. Un besito a todas y ánimo para sobrellevar este calor!♡

Alba estuvo probando con su magia diferentes cortes del pelo delante del espejo del baño para que la morena pudiera ver los looks. Después de media hora le dejó un corto con una coletilla que se rizaba en la nuca.

-Bueno, se acabó ir a la peluquería.- dijo la morena tocándose los mechones ahora cortos.

-No quiero quitarle el trabajo a nadie pero... siempre que quieras!.- contestó con un gesto adorable.- Yo me lo cambio muy a menudo...ahora me has dado envidia.-

-¿A qué esperas? Seguro que te queda de maravilla con esa cara...tengo cero dudas y muchas pruebas.- animó Natalia.

Como Natalia estaba sentada en el taburete, Alba podía verse en el espejo. Sacó la lengua para mirarse por varios ángulos y concentrarse en la idea, pasó las manos desde su frente hasta la nuca y el pelo empezó a moverse con gracia como lo había hecho antes con Natalia hasta dejarlo corto y rapado en la nuca.

Rodeó a la morena y se humedeció el pelo, movió la cabeza varias veces y voilá ahí estaba con un corte nuevo. Natalia la miraba embobada, Queen había entrado a cotillear y la rubia le preguntaba si le gustaba aunque en realidad la gata estaba más que acostumbrada a que su dueña cambiase de corte y color cada dos por tres.

Aunque hubieron muchos mimos, muchas risas y muchos momentos de tensión tenían que descansar pues el entrenamiento de la joven Elena. Se metieron en la cama y Queen se acostó a los pies de Alba ya que los de Natalia casi sobresalían de colchón.

-Oye Nat...- llamó su atención mientras se tumbaba para que la morena se acurrucara con ella.- Hace mucho que no...que no siento nada por nadie y no sé qué piensas tú sobre esto...ya sabes, de lo que tenemos.- dijo temerosa. Alba siempre había presumido de ser clara y madura, tenía que dejar los límites claros de la relación porque la última vez que no lo hizo se llevó un buen chasco.

Natalia se incorporó un poco en su brazo derecho para poder mirarla y le acarició la cara.

-Alba, me gustas mucho eso es obvio.- dijo con una sonrisa que tranquilizó un poco a la rubia.- No soy una súcubo que tenga la necesidad de acostarse con todo lo que se mueve aunque muchos piensen lo contrario y siempre he sido exclusiva en mis relaciones.

-¿Entonces...?.-

-Entonces podemos establecer exclusividad o no, depende de cómo te sientas. No tenemos que ponerle nombre a esto todavía pero por mi parte hasta que hablemos lo contrario, no necesito estar con nadie más. Quizás vamos un poco rápido... pero soy de ideas claras y no voy a ser la tonta que le entre el miedo, si me estampo pues me llevaré un buen recuerdo.- dijo con total sinceridad.

-La noche antes de conocerte soñé contigo, Baba siempre dice que haga caso a mi instinto así que por una vez voy a hacerle caso, al fin y al cabo nadie establece un tiempo...-

-¿Soñaste conmigo?.- preguntó sorprendida Natalia.

-A veces tengo algunas premoniciones, imágenes que me pueden avisar o no de algo que puede ocurrir. Te ví en un bosque.-

-Permíteme que alucine un poco pero es que es muy surrealista lo tuyo.- comentó con una sonrisa.

-Dijo la híbrido.- Natalia soltó una carcajada, la verdad que mágicamente hablando eran un cuadro.- ¿Cómo funcionan tus poderes?.- preguntó curiosa. El sexo había sido maravilloso, pero había sido estupendo porque se habían comunicado, se gustaban y conectaban.- Agradezco que no hayas usado lo que sea que puedas usar siendo una súcubo, la verdad, pero me pica la curiosidad.-

Darkness magicDonde viven las historias. Descúbrelo ahora