Darkness magic

Capítulo 6

Cortocircuito mental el que sufrió Alba en ese momento. Intercaló una mirada entre los ojos de la morena y su boca, acarició con extrema suavidad su cuello hasta llegar a la nuca y apretó un poco la carne que dejaba al descubierto su rapado para acabar con la poca distancia que les quedaba. Natalia dejó que fuera Alba quien llevase las riendas del beso. Un beso lento al principio que fue tomando un tono mucho más brusco a los pocos minutos.

Natalia dejó de apoyarse en sus propias manos para dejarlas descansar sobre la cintura de la bruja y acariciarle después la piel de los muslos que estaba libre pues la rubia sólo llevaba un camisón  de un color rosa pastel y la ropa interior.

Fue uno de esos momentos en la vida en los que se taponan los oídos y parece que las manecillas del reloj se han tomado un descanso porque solo puedes concentrarte en la batalla sin ganador ni tregua entre tu lengua y la de tu compañera, en los tirones de pelo, las vueltas sobre la cama y el principio de unos suspiros ahogados en la boca de la otra.

Pero ahí estaba el politono que tanto odiaba Alba.- Dios es que odio la tecnología.- suspiró tediosa separándose un poco de la morena. -¿Has visto mi móvil?- preguntó incorporándose un poco mientras Natalia intentaba prestar atención al sonido.

Natalia se echó a reír y le apartó a la bruja unos mechones rebeldes de la cara.- Eres de esas personas desastrosas con los teléfonos.- No terminó Alba la primera carcajada cuando Natalia se levantó de la cama con facilidad llevando encima a la hechicera.

-¿¡Qué haces?!.- preguntó sorprendida entre risas.

-Buscar tu teléfono, quizás es Baba.-

Ahí estaba Alba a metro largo del suelo rodeando con sus piernas el vientre de Natalia y agarrada a sus hombros con los brazos sin poder apartar la vista de su cara. Le dio un pequeño beso en la nariz y movió sus manos con elegancia para que el teléfono saliera de debajo del trapo de la cocina y fuera hacia ellas.

-Esto es mil veces mejor que una de esas pulseritas modernas.- comentó Natalia mientras bajaba a la rubia.

Alba contestó al teléfono, era su abuela. Elena había despertado durante unos minutos y estaba bien pero muy débil. La morena pudo escuchar la conversación, ventajas de un oído felino, ¿no?.

Se vistieron con rapidez para aparecer en casa de Baba. Allí estaba su hermana durmiendo otra vez.

-Con lo que le gusta dormir creo que se está aprovechando.- le dijo Natalia a Babá mientras le ayudaba a preparar un chocolate.

-Mañana cuando despierte empezaremos con una especie de rehabilitación y nos aseguraremos que todo está bien, ¿puedo hacerte unas preguntas?.-

-Claro.- respondió Natalia.

Alba apareció con unos churros y las tres se sentaron en la pequeña mesa del comedor. Ahí había una caja que la joven bruja no había visto nunca.

-Dime Natalia, ¿cuánto sabes de magia?.- preguntó Baba sirviendo el chocolate.

-Mi abuela paterna era bruja pero mi padre no heredó sus dones y mi madre es una súcubo así que no soy una gran experta la verdad.-

-Supongo que tu padre es un cambiaformas como tú.-

-Ajá.- Natalia no comprendía el improvisado interrogatorio y mucho menos por qué apuntaba esos datos en una libretilla.- ¿Ocurre algo?.-

-La magia deja marcas, resquicios de rastros como una huella en un cristal... examinando el estado de Elena y buscando estas huellas he descubierto que ha tenido que ser una bruja experimentada y poderosa para hacerle frente a tu hermana. ¿Ha desarrollado ya?-

-Todavía no la verdad.-

-Lo suponía.- Baba seguía apuntando en su libreta.

-¿Por qué me preguntas esto, Baba?.-

Alba atendía a la conversación entre la morena y su abuela pero la caja que había dejado allí Baba la tenía intrigada.

-Sospecho que tu hermana es una bruja, quizás una híbrido todavía no lo sé. Su cuerpo está en un estado de transición. Por eso a la bruja le costó someter a tu hermana y por eso está tan débil ahora. Ahoramismo es una bomba de relojería llena de poder que no sabe por qué camino tirar....-

-¿Por qué?-

-No tengo respuesta a eso, pequeña.- contestó Baba con dulzura mientras acunaba el rostro preocupado de Natalia con una de sus manos arrugadas.- Tu hermana necesita entrenamiento, a día de hoy no sabemos cómo funciona la herencia de estos dones, quizás es genética quizás es solo casualidad...Lo que sí sabemos es que son muy pocos los casos en los que una bruja desarrolla dones de un híbrido, si ya de por sí tú eres un caso especial, ella sería un milagro.-

-Por eso se la llevaron...- la piezas empezaban a encajar y sentía rabia.

Alba dejó la curiosidad a un lado y pasó una mano por debajo de la mesa para darle la mano a la morena, apoyarla.

-No te voy a pedir nada a cambio, si quieres y tus padres están conformes, yo podría ayudarla, y también mi nieta.-

-Creo que habéis hecho-

-Creo que puedes confiar en nosotras, no sabemos si otros brujos tengan otras intenciones con ella...insisto.- interrumpió la abuela.

Baba llevaba razón, ni en su círculo cercano ni en su familia había brujos y podía fiarse de ellas.- Está bien. Hablaré con mis padres y Elena se quedará conmigo aquí.-

Después de visitar a su hermana, contarle todo lo que había pasado e informar a sus padres la dejaron en casa de Baba. Dormiría allí esa noche y se irían a casa de Ici al día siguiente.

Alba siempre había sido muy intuitiva y algo le decía que no encajaba. No por el hecho de que su yaya ayudase a Natalia y a su hermana, no era la primera vez que ayudaban a algún joven en su entrenamiento, era algo más...

Natalia iba a llevar a Alba a comer y a dar un paseo, quería agradecerle todo lo que estaba haciendo por ella y bueno, quería conocerla más la verdad.

-Natalia una última pregunta, ¿cómo se llamaba tu abuela?.-

-Naín.-

A Baba le cambió el semblante por completo porque empezaba a confirmar sus sospechas, intentó ocultarlo pero a su nieta no se le escapaba nada así que la joven bruja avisó a su abuela de que a la vuelta quería una explicación.