A merced de un Millonario (KAISOO)

Prólogo

Kyungsoo se detuvo frente al espejo, con el bálsamo de labios en una mano y un artículo titulado "Cómo seducir al hombre de tus sueños en la otra".

Sutileza, decía el artículo, en realidad decía fracaso. Pero, a pesar de todo, se le encogió el estómago cuando no pudo reconocer como suyos los ojos pintados con delineador oscuro, los pómulos marcados por el colorete o esos labios acorazonados tan brillantes.

Claro que eso estaba bien, ¿no? Porque tres años adorando a Kim Jongin desde lejos le habían demostrado que ni podría ir más allá de un <<Hola>> con el hombre de sus sueños si no tomaba medidas drásticas.

Entonces sonó un golpecito en la puerta y un segundo después la cabeza rubia de Baekhyun asomó en la habitación.

- Soo, llevas años aquí. Supongo que ya habrás terminad... ¡Ay, Dios mío! ¿Se puede saber qué has hecho?

Kyungsoo movió la revista que tenía en la mano.

-Aquí dice que no debería dejar nada al azar.

Baekhyun entró en la habitación.

-¿Y especifica que tampoco deberías dejar nada a la imaginación? - le espetó-. ¿De dónde has sacado ese traje? ¡Se te marca todo!

- Solo he arreglado un poco el que llevé al baile de fin de curso - dijo Kyungsoo, a la defensiva.

-¿Ése es el traje que llevaste al baile de fin de curso? Kyungsoo por favor, si mamá se entera le dará un ataque -exclamo su hermano-. No lo has arreglado, lo has masacrado.

Encogiéndose de hombros. Kyungsoo echó hacia atrás su flequillo rojizo y se dio una vueltecita.

-Solo lo he mejorado.

-¿Sólo? - repitió Baekhyun.

-Bueno, también he cortado un poco y ajustado a mi verdadera talla. Así está mucho mejor, ¿no crees?

-Desde luego, parece otro - suspiró su hermano.

El escote palabra de honor de su camisa de aspecto razonablemente pudoroso junto con un pantalón demasiado holgado, de repente parecía otra cosa combinado con un pantalón súper entallado y aun más marcado en su trasero junto con esa camisa que se estaba poniendo haciendo ver más sus clavículas.

-Pues mejor porque esta noche no quiero ser el patético hijo adolescente del entrenador, recién salido del internado y al que no han besado nunca. Esta noche quiero ser... -Kyungsoo se detuvo para mirar la revista- <<misterioso y sin embargo directo, sofisticado y sexy>>.

Desde el piso de abajo llegaban risas y voces y la música se abría paso por los pasillos de piedra de Harcourt Manor. La fiesta para anunciar el equipo oficial de rugby de Seúl para la próxima temporada ya había empezado y Jongin estaba allí, en alguna parte. Sólo saber que estaba en el mismo edificio hacia que se le encogiera el estómago.

Ten cuidado Soo - le advirtió Baekhyun-. Jongin es guapísimo, pero también es...

No terminó la frase, mirando las fotografías que cubrían las paredes, como buscando inspiración. La mayoría recortadas de periódicos deportivos y revistas de rugby, mostraban al atractivo Kim Jongin desde todos los ángulos. Guapísimo, desde luego pero cruel y frío también.

-No crees que vaya a hacerme caso, ¿verdad? - Suspiro Kyungsoo, con tono desesperado-. No crees que vaya a fijarse en mí.

Baekhyun miró el rostro de su hermano. Sus ojos verdes brillaban como encendidos por una luz interior y tenía las mejillas coloradas.