-Humillante no describe lo que pasó –se lamentó Kyungsoo, saliendo de la bañera con el móvil en la mano -. Hubiera sido desagradable que no me recordase, pero ha sido un millón de veces peor. Así que está claro que no puedo ir a la fiesta.
-No seas bobo –dijo Baekhyun -. Tienes que ir. No puedes dejar que te afecte de esa manera.
-Si claro, es muy fácil decir que no puedo dejar que me afecte, pero la realidad es que me afecta. No es solo por lo que ha pasado hoy, es que hace seis años...
-Exactamente, seis años, eras un adolescente – lo interrumpió su hermano -. De jóvenes todos cometemos errores y luego seguimos adelante en la vida.
-Lo sé, pero...
Kyungsoo sabía que su hermano tenía razón. En teoría. <<Seguir adelante>> sonaba tan sencillo, tan lógico. Entonces, ¿Por qué no había podido hacerlo? Baekhyun no sabía hasta donde habían llegado esa noche y como seguía afectándolo.
-Cariño, déjalo ya.
-No puedo.
-Lo de esta noche tiene que ver con tu trabajo, no con tu vida amorosa. ¿No tenias que ir a la fiesta para mostrar al público el nuevo uniforme del equipo?
-Sí, ya...
-Todos esos idiotas que creen que has conseguido el encargo por ser hijo de quien eres estarán encantados al ver que no apareces por culpa de ese tío.
-¿Qué? ¿Quién ha dicho que he conseguido el encargo gracias a papá?
-Nadie en particular – lo tranquilizo Baekhyun-. Aunque Chanyeol me contó que ese artículo de Sport Journal insinuaba...
-¡Es increíble! –Kyungsoo entró en el dormitorio dejando la marca de sus pies mojados sobre el suelo de madera-. ¿Cómo se atreven a decir algo así? ¿Es que no investigan antes de publicar mentiras? ¿No saben que tengo un titulo en diseño textil y que tuve que vérmelas con mucha competencia para conseguir el encargo? ¿No saben que Conoret ganó el premio a la marca revelación en los Premios de la Moda el año pasado?
-No sé si ellos lo saben, pero yo sí lo sé- contesto su hermano-. Y es con los periodistas con los que tienes que enfadarte, no conmigo. Aunque claro, si no vas a la fiesta, no podrás hacerlo. Tendrás que dejar que el uniforme hable por sí mismo. Ah, por cierto, los trajes oficiales son estupendos y por lo que me ha dicho Chanyeol, las nuevas camisetas...
Kyungsoo, que se había tirado sobre un montón de ropa descartada encima de la cama, dejó escapar un gemido.
-¡La camiseta! Casi se me había olvidado. Tengo que recuperarla, Baekhyun. Si no lo hago, me machacaran en la conferencia de prensa y eso es lo último que necesito.
-¿Cómo van las cosas en Coronet?
- Mal. Mientras yo lidiaba con la crisis de las camisetas, sally me dejó un mensaje diciendo que otro cliente se había echado atrás porque no le ofrecíamos exclusividad. ¿Y cómo vamos a ofrecerla si esas tiendas que lo venden todo a precio de fabrica nos copian los diseños incluso antes de que salgan al mercado?
-Dicen que la imitación es la más sincera forma de admiración, cariño –opino Baekhyun-. Y la crisis de las camisetas no fue culpa tuya. La fábrica se equivoco con el tinte. Menos mal que se te ocurrió hacer una prueba antes del partido –su hermano soltó una carcajada-. De no ser así, los jugadores coreanos habrían tenido que jugar medio partido vestidos de rosa.
-Ya, pero como a la prensa le encanta atacarme a mí, no creo que ellos lo vena de la misma manera- Kyungsoo se levanto para abrir el armario-. Y por eso no puedo permitir que esa camiseta se pierda.
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A merced de un Millonario (KAISOO)
RomanceEl no está dispuesto a aceptar nada más que la rendición total. El millonario Kim Jongin tiene una nueva presa: el heredero Do Kyungsoo, un bello pero mimado hombre que le causo problemas en el pasado. Y él está dispuesto a igualar el marcador. Lo q...