-¿Vino, Joven Do? –Kyungsoo asintió con la cabeza, conteniendo un gruñido de irritación por el uso de su titulo mientras que Henry, el auxiliar de vuelo servía dos copas de vino blanco.
Llevaban una hora en el aire, pero a pesar del lujoso interior del jet, se sentía nervioso e incomodo. Había pasado todo ese tiempo leyendo una revista, pero no recordaba ni una sola palabra de lo que había leído. Sin embargo, sabía de memoria la portada del periódico que estaba leyendo Jongin.
Henry desapareció después de servir el vino y Kyungsoo tomó su copa.
-¿Te importaría decirle a la tripulación que no tienen que llamarme joven Do? Yo no suelo utilizar el titulo y prefiero que la gente me llame por mi nombre.
Jongin levanto la mirada.
-Ah, claro. Si lo prefieres así, se lo diré. Pero resulta irónico que de repente, quieras olvidar tu aristocrático titulo.
-¿Irónico? ¿En qué sentido?
El tomo un sorbo de vino.
-Es evidente que no tienes el menor problema para usarlo cuando te conviene.
Henry apareció de nuevo con dos platos de langosta y ensalada verde y Kyungsoo espero hasta que estuvieron solo para contestar:
-Vamos a ver si entiendes algo de una vez por todas: adoro a mi familia y estoy muy orgulloso de ser quien soy, pero nunca he usado mi título para abrirme puertas.
Jugando con una hoja de lechuga, Jongin pensó que no era eso lo que el tipo con el que cenó por la noche le había contado. Miembro de la federación de rugby, le había confiado mientras tomaban un oporto que no había habido otras empresas compitiendo para hacer los uniformes, que solo habían tenido en cuenta el proyecto del hijo del presidente.
-No es eso lo que me han contado, pero seguro que tú piensas que por tener un trabajo y un apartamento tu vida es como la de los demás. Por el apellido de tu familia.
-¿Cómo puedes ser tan hipócrita? Estamos manteniendo esta conversación a bordo de un jet privado. ¿Qué sabes tú sobre cómo viven los demás?
-La diferencia –replico Jongin, con tono venenoso- es que yo he trabajado mucho para conseguirlo. Yo no vengo de una familia con apellido aristocrático.
Esperaba que él se echase atrás, que entendiese que el mimado heredero que no sabía lo que era crecer sin nada, particularmente una identidad, estaba en terreno peligroso. Pero en lugar de eso, Kyungsoo soltó el tenedor y lo miro a los ojos.
-Muy bien, tu vida no ha sido fácil y por eso tienes que demostrarle a todo el mundo lo que vales, ¿no?
Sus palabras fueron como un golpe en el plexo solar. Un golpe duro e inesperado.
-De modo que –siguió Kyungsoo- tu pasado familiar te ha marcado tanto como a mí el mío.
-Yo no tengo un <<pasado familiar>>.
-Todo el mundo lo tiene.
-Quizá tu mundo, pero no en el mío. Mí <<pasado familiar>> se borro cuando tenía cinco años y me llevaron a Corea.
-¿Por qué? –le pregunto él.
Jongin hubiera querido decirle que no era cosa suya, que estaba entrando en terreno que él tenía cerrado bajo llave y guardado con alambre de espino, pero hacer eso sería una traición a su padre.
¿Y no había traicionado su madre a Kim Junmyeon más que suficiente?
-Inglaterra era un país problemático cuando yo nací, sometido a una dictadura militar. Mi padre y mis tíos fueron detenidos por que eran miembros de un sindicato y mi madre, que era de una familia coreana, decidió llevarme a Seúl al día siguiente. No nos llevamos nada.
ESTÁS LEYENDO
A merced de un Millonario (KAISOO)
RomanceEl no está dispuesto a aceptar nada más que la rendición total. El millonario Kim Jongin tiene una nueva presa: el heredero Do Kyungsoo, un bello pero mimado hombre que le causo problemas en el pasado. Y él está dispuesto a igualar el marcador. Lo q...