Nueva España

1.1K 72 23
                                    

-N-no lo entiendo-dijo el angel con el escudo de un aguila y bandera blanca al oir la noticia del angel superior quien era el que tenia contacto con dios.

-Es lo que es, tu cometiste el pecado y tu lo pagas-dijo el contrario con simpleza.

Sintio como lo tomaban de los brazos y lo arrastraban, trato de forcejear pero perdia fuerzas poco a poco.

-No se volvera a repetir-grito con voz rota y asustada.

-Eso no nos garantiza nada, por eso te enviamos al mundo humano, es tu castigo-el mundo humano?, eso significaba que...

-Por favor no! Sere bueno, lo prometo!-grito desesperando.

-Acepta las concecuencias, es tu culpa por amar a ese chico-le grito al de escudo de aguila quien se paralizo al escuchar eso.

Se lo llevaron de ahi y le taparon la cara con una bolsa; igual que un secuestro. Una vez en el lugar correspondiente, le quitaron la bolsa y empezaron a cortarle su pelo largo. Le arrancaron las alas, sacando un desgarrador grito de dolor, la sangre corrio por esa espalda blanca y tersa que fue limpiada inmediatamente. Lo durmieron y lo llevaron a la puerta del mundo humano, una vez que pisara ese mundo, no podria volver ni recordar nada de aquel lugar. 

...

La sala de parto estaba llena de gritos de horror, que se mezclaban con los lloriqueos del recien nacido y la respiracion agitada de la madre que habia parido a aquel bebe. 

-¿Pero que es eso?-dijo una de las enfermeras.

Ese niño tenia dos pequeños cuernos que sobresalian de su alborotado y mojado cabello, similares a los de una cabra. Miraron al niño con desprecio, asco y miedo.

Asi fue como empezo la vida de aquel niño...

...

-Mami-susurro aquel chiquillo al ver el cuerpo de su madre; Azteca, tirado en el piso.

El pequeño de pelo castaño habia precenciado como mataban a su madre quien estaba en suelo desangrandose en el suelo de ese odioso prostilubio en el cual su madre trabajaba. Con lagrimas en sus ojitos trato de despertar a la azteca pero entre mas intetaba, mas le dolia ver que ella no despertaria.

Alguien lo agarro de aquellos pequeños cuernos puntiagudos que le sobresalian del pelo, sintio como era alejado del cuerpo de su madre, lo unico que pudo hacer fue llorar tratando de alcanzar a su mama quien ya no tenia pulso y con cada segundo mas se le iba la sangre del cuerpo a causa de una flecha enterrada en su pecho.

-Tu eres el niño cabra del que tanto hablan-un hombre lo levanto de un solo cuerno a lo que el menor solo respondio con quejidos de dolor.

-Suelteme!-grito el niño de apenas 4 años.

-Como desees-dijo con indiferencia el hombre para despues lanzarlo lejos e irse en esa camioneta blanca.

El pequeño solo lloro descolsoladamente al sentir ese dolor punzante en su tobillo,una de las flechas se habia incrustado en su piel como si fuera mantequilla.

La policia llego mucho despues, y a esas alturas Azteca estaba mas que muerta y su hijo, bueno el solo lloraba y lloraba como si no hubiera mañana, le dolio el tobillo y habia perdido a la unica persona que lo amaba, que le repetia que sus cuernos no eran malos, al contrario, eran un total regalo. 

Ese niño termino en un orfanato, era un niño que no tenia ningun nombre, Azteca decia que cuando llegara el momento nombraria a aquel hermoso country. Pero fue un problema al ingresar al orfanato, en cuanto alguien lo adoptara iba porder ponerle el nombre que quisieran.

Paso medio año en ese orfanato siendo buleado por casi la mayoria de los niños de ese lugar.

-P-por favor, Trece Colonias, no le hagas esto, si no nunca te lo perdonare-grito el de escudo de aguila con ojos llorosos, Colombia estaba tirado en el piso y su ojo derecho estaba morado e hinchado.

-Sorry, no te escucho, goat boy-dijo Trece Colonias para luego reir descontroladamente.

Niño Cabra, ese maldito apodo de mierda que hacia que sus ojos se llenaran de lagrimas y en su garganta, mas si venia de ese chico odioso; Trece Colonias.

-Escucha, no importa que hagas, tu siempre seras the goat boy-golpeo al niño dejandole un moreton en la blanca piel del infante.

-No sabes cuanto te odio-dijo el menor a Trece Colonias quien se estaba limpiando el puño con un pañuelo.

Asi eran todos sus dias, llenos de golpes y apodos que por la noche se convertian en burlas y en la madrugada eran lagrimas en silencio de parte del chico que recibia todo.

-No tenias que hacerlo parce-dijo Colombia llamando la antencion del contrario.

-Claro que si tenia-ayudo a Colombia a levantarse y se dirigieron donde el comedor del orfanato, hora de la cena.

En cuanto Colombia y el entraron no se hicieron esperar las burlas y risas, comentarios hirientes de sus  cuernos, despues de todo, ese era el castigo que le habian dado. Los latinos eran los unicos que de verdad lo aceptaban como el era, sus unicos amigos, casi como hermanos.

Termino la cena y todos fueron a sus habitaciones para dormir y como era costumbre, él empezo a llorar en silencio, tapando su boca con su mano derecha. Le dolia, le dolia que lo trataran asi, le dolia que su madre no estuviera y que le dijera que todo estaria bien, que habia problema que el era maravilloso, era lo que mas queria.

Unos meses despues fue adoptado por un pastor que estaba al mando de la iglesia principal de ese pequeño pueblo; España quien adopto ese niño junto con los latinos, ese niño era el que le intrigaba mas, tenia esos peculiares cuernos y era lo que mas llamaba la atencion.

Al ver que no tenia nombre se aprovecho de la situacion y lo nombro como Nueva España, con la meta de que ese niño fuera una copia suya, alguien que lideraria la iglesia en su lugar y los latinos tambien eran una buena opcion, Venezuela era el mayor con 7 años, despues le seguia Colombia con 6, y los demas eran entre 5 o 4 años. 

Todos estaban muy felices por ser por fin adoptados pero no se dieron cuenta de que ese hombre seria la perdida de su libertad.

Tu angelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora