Le quitaron el yeso a Tul y al otro día fuimos a ver su traumatolo, para saber por donde debíamos empezar.
—Mire Sr Pakornsi quiere volver a entrenar lo antes posibles tendrá que recibir rehabilitación todos los días durante tres meses, ¿entiende?—cuestionó el doctor mientras miraba sus rayos X.
—Si Doctor, haré lo que sea necesario.
—Y estoy seguro que la mejor forma es contratando un fisioterapeuta personal.
—¿Tiene alguna recomendación Doctor?—preguntó Tul—. Me gustaría tener a uno de los mejores.
—No se preocupe Sr Pakorn ya había hablado de esto con su representante y le recomendé al mejor Fisioterapeuta que conozco—respondió el doctor sonriendo—.A trabajo con muchos deportistas, seguro lo reconocerá.
—Me alegra saber eso, muchas gracias doc.
—Solo llamen al numero que le di, yo también me mantendré en contacto.
—Así lo haremos Doctor, ¡gracias por su trabajo! —exclame estrechando su mano.
Terminamos con el doctor, salimos de hospital, y luego de comprar algunas cosas volvimos a la casa.
—Tengo una sorpresa para ti Tul—dije con una sonrisa.
—Espero que sea algo bueno Cho.
—Hoy conocerás a tu nuevo fisioterapeuta, ya me había contactado y acepto trabajar contigo —respondí emocionado—. Creo que a esta hora ya debe estar por llegar.
—Entonces vamos rápido, no hay que hacerla esperar—afirmó el aún emocionado.
Llegamos a la casa, y al entrar Tul se sentó a esperar en el sillón quitándose la camiseta que traía puesta, aún no se porque.
—Ya quiero verla, debe ser hermosa, ¿cierto? —dijo sonriendo—. Estoy seguro que el doc hablaba de esa fisioterapeuta famosa, de las que hablan algunos luchadores.
—¡Espera y verás! —exclame y rei.
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Esperaba sentado en el sillón cuando escuche que sonó el timbre y Cho se dirigió hacia la puerta para abrir. Ya había escuchado de algunos de mis compañeros que esa famosa fisioterapeuta era muy hermosa, muy sexi y aparte una excelente profesional.
