Fight Together

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Estaba a punto de subir al auto para ir a buscar a Max, pero la llamada insistente de mis padres me había detenido y no me quedo otra opción más que ir a verlos.

—Ya me tienen aquí —dije entrando a la sala de su casa—. ¿Qué es lo que quieren?

—¿Por qué sigues con esa actitud Tul? —cuestionó mi padre—. ¿Aún sigues molesto con nosotros?

—¡Lo siento papá! —exclame sentándome frente a ellos—. Pero necesitó ir a buscar a alguien.

—Lo sabemos, pero hubiera sido bueno que nos digas eso a la cara y no solo dejarnos verlo por la televisión —mencionó mi madre mirandome—. Si hubiera sido así no te estaríamos pidiendo explicaciones ahora hijo.

—Lo siento, se que tuve que haberlo hecho así mamá, pero me estoy quedando sin tiempo, por favor por hoy déjenme ir.

—Eso es lo único que sabes decirnos, déjenme, déjenme —expresó mi madre llorando—. Déjenme, ¿por que lo único que quieres es alejarnos de tu vida Tul?

—No es así mamá, lo siento de verdad lo siento —dije acercandome a ella y tomando sus manos—, pero...

—¿Pero qué hijo? —cuestionó entonces mi padre—. ¿Por qué siempre eliges alejarnos? Lo único que queremos es que seas feliz, eso es lo único que nos preocupa.

—Si quieren que sea feliz déjenme ir a buscar a Max, el me hace feliz, después de que lo encuentre podremos hablar de todo lo que quieran, pero por favor hoy les ruego una vez más que me dejen ir.

—Esta bien hijo —dijo mi madre acariciando mi rostro—. Ve, si tu felicidad está con el ve, pero tienes que volver aquí —sonrió—. Y recuerda que tu madre lo quiere conocer.

—¡Gracias mamá! —exclame y bese su mejilla—. ¿Y tú papá? —pregunte mirándolo.

—¿Recuerdas el día que nos dijiste que querías ser luchador? — preguntó acercándose a mi.

—Si, ¿por qué?

—Ese día no había ni una sola pisca de duda en tu voz, sabía que no cambiarías de opinión y cuando te mire a los ojos supe que no podría detenerte —dijo apoyando su mano en mi hombro—. Y es exactamente lo mismo que veo ahora hijo.

—¿Entonces estas de acuerdo?

—Ve hijo y hasta que lo traigas aquí no te detengas —afirmó sonriendo.

—Gracias, son los mejores..

Mis padres habían aguantado todo de mi y apoyado todo de mi también, de verdad agradecía tenerlos, realmente queria que conozcan a Max, no iba a parar hasta lograrlo.
Luego de salir de su casa fui a la casa del Tío Na, pero Max no estaba allí, el Tío tampoco sabía donde podía estar, lo busqué por todos lados, me había quedado sin opciones y entonces recibí la llamada de Cho.

—¿Cho que quieres? —cuestioné mientras conducía.

—Amigo se que quieres ver a Max, pero mañana es tu pelea —dijo preocupado—. Tienes que descansar.

—Lo sé Cho, lo sé... ¡pero necesito encontrarlo! —exclame golpeando el volante—. Necesito estar con el.

—Lo sé amigo, pero tienes que dejar de pensar en eso, cuando el este listo te buscara, todos vieron la conferencia de prensa el también la tuvo que ver Tul, sabe lo que sientes de verdad, por favor, ve a casa y descansa... recuerda que prometiste ganar esta pelea, ¿cómo lo harás si no descansas bien?