Fight Together

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Todo lo que le habia escuchado de Tul me hacía sentir bien, pero me era difícil de creer también, aunque su miraba me mostraba sinceridad la forma en la que se había comportado antes hacía que tenga muchas dudas, pero aún así decidí hacerle caso a mi corazón, entonces tomé una de sus manos y la puse sobre mi pecho.

—Esto es lo que provocas en mi, ¿lo sientes verdad? —cuestioné mirándolo a los ojos—. Solo prometeme que lo que dices ahora es verdad y te creeré.

El sonrió, y puso una de mis manos sobre su pecho también.

—Tú provocas lo mismo en mi Max —afirmó mirandome a los ojos—. Te necesito, de verdad te necesito conmigo.

—¿Qué tipo de relación esperas tener conmigo entonces? —  pregunte con seriedad.

—¿Qué tipo? —preguntó también confundido.

—Lo que intento decir es que yo no pienso esconderme de nadie ni dejar que te relaciones con otras personas para ocultar lo nuestro.

—¿Y quién te dijo que yo pienso ocultarte? —cuestionó riendo—. Si hago eso, seria como dejar que otras personas también coqueteen contigo y no pienso dejar que eso pase, soy más posesivo de lo que crees.

—Al parecer si Sr Pakorn —afirmé sonriendo—. ¿Entonces que soy ahora? A parte de tu fisioterapeuta.

—Eres mío —afirmó sonriendo.

—Entonces tú también eres mío —dije aferrandome a su cintura.

Esa noche bese a Tul hasta dejarlo sin aliento, cada parte de su cuerpo era mío, no existía nada que me hubiera podido separar de él en ese momento, no podía grabar mi nombre sobre su cuerpo, pero mis labios se grabaron en cada parte de el.

Luego de ello pasamos muchos días buenos, habiamos acordado estar juntos solos los dos en la casa. Estábamos felices, pero no podía evitar pensar que su pelea se acercaba, aunque el ya estaba recuperado y había empezado a entrenar igual me preocupaba su lesión.

El era un excelente luchador y aunque aún no sabia contra quién pelearía estaba seguro que Tul podria vencerlo solo viendo la gran fortaleza que tenía, yo por mi parte lo iba a seguir apoyando hasta el último minuto.