🍒Gᴏᴅ Is A Wᴏᴍᴀɴ 🍒 | 𝟓𝒔𝒐𝒔

🍒Lets Get Physical🍒

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Esto había pasado tantas veces en mi mente que tuve que hacerle entender a mi cerebro que en serio estaba sucediendo. Mi disfraz ya era parte de la decoración de su habitación y el suyo iba por el mismo camino.

Sus padres no estaban en casa y fue perfecto porque no pensaba cohibirme.

Nuestros labios no querían separarse ni por un momento, era como si respirar no fuera vital para nosotros.

¿A caso era posible que una persona te haga sentir todo eso?

Ni siquiera habíamos pasado a la parte más erótica cuando ya yo sentía que estaba al borde de un orgasmo. Se separó por fin de mis labios para besar mi cuello y sus manos se apoderaron de mis pechos haciéndome soltar un jadeo.

Las bajó lentamente acariciando mi torso y las dejó en mis cintura apretando un poco mientras sus besos recorrían desde mi cuello hasta mi ombligo. Me quitó la ropa interior arrojándola a cualquier parte y mi espalda se encorvó ligeramente cuando bajó sus besos, deliciosos y húmedos hasta mi vientre.

Hundió su cara en mi sexo y gemí cuando sentí su cálida lengua lamiendo la parte más sensible de mi cuerpo. Lo hacía excelente, lo cual no me sorprendió porque besaba como los dioses y eso es un indicio para saber si era bueno en el sexo oral.

Era tan delicado y no creí que eso me gustara tanto hasta ese día, mis gemidos acompañaban el sonido de sus labios y mi mente se nubló por completo.

Subió su mano derecha por mi abdomen acariciándome y me sujetó la mano entrelazando nuestros dedos, mientras succionada y lamía mi sexo haciéndome jadear desesperadamente. Apreté su mano hundiendo la otra en su cabello y me dediqué a observarlo.

Estaba tan concentrado en lo que hacía, de vez en cuando me veía y sonreía cuando un gemido o una maldición se me escapaba sin querer. Estaba a punto de alcanzar el orgasmo más maravilloso de este planeta.

Soltó mi mano para sujetar mis muslos cuando mis piernas comenzaron a temblar sin yo poder controlarme. Escuché su risa y gemí alcanzando el orgasmo sintiendo como mi vientre se contraía.

Estaba en el cielo.

—Tu cara de orgasmo es preciosa—habló mientras daba besos en mi vientre.

—¿Te excita verme poner los ojos en blanco?—reí a penas, aun seguía con la respiración entrecortada.

—Sí soy yo el que lo provoca...sí—asintió acomodándose de nuevo sobre mi dejando los brazos a cada lado de mi cabeza y sonrió—Te acaba de hacer sexo oral, un chico como medio disfraz de Kaneki en una cama con sabanas de las tortugas ninjas...—exploté en risas y asentí rodeando su cuello—¿Alguna vez te imaginaste algo así de bizarro?.

—De hecho...así soñé que perdería mi virginidad—él también se echó a reír y volvió a besarme al mismo tiempo que masajeaba mis pechos llevando el mismo ritmo lento del beso.

Michael sabía lo que hacía, sabía donde tocarme y que hacer para estimularme al máximo. Lo cual fue sorprendente para mi porque no creí que fuera tan hábil en la cama.

Él era mi hombre ideal, ya quedaba confirmado.

Terminó de quitarse todo el disfraz y mi momento de brillar había llegado. No creo que él hubiera tenido sexo con otra chica que no sea Maddie, o al menos eso fue lo que me hizo creer.

De todas formas, la experiencia sexual no se adquiría teniendo sexo con veinte chicas diferentes en una misma semana. Se obtenía más que todo prestandole atención a la otra persona, ver que la motiva, que le excita, lo que le gusta y lo que no...dejar de consumir cuerpos.