🍒Gᴏᴅ Is A Wᴏᴍᴀɴ 🍒 | 𝟓𝒔𝒐𝒔

🍒Bad At Love🍒

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❝ Look, I don't mean to frustrate, but I always make the same mistakes 'cause I'm bad at love❞

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No podía creer lo que estaban viendo mis ojos.

Sonreí recorriéndolo con la mirada y me crucé de brazos, se veía tan sexy apoyado del capot de su auto. Parecía una estrella de rock, con sus gafas de sol y ese aspecto de chico malo.

Hasta tenía un monda dientes en la boca y se me hizo muy gracioso.

—¿Quieres que te lleve?—me estaba esperando afuera de mi universidad.

—¿A donde me vas a llevar?.

—A donde tú quieras...

Me acerqué hasta él rodeando su cuello, su sonrisa me parecía demasiado preciosa y hacia tiempo que no la tenía así de cerca.

—Ashton Irwin en persona—le di un beso en la mejilla cerca de los labios y me alejé de él—¿En serio viniste a buscarme?.

—¿Por qué más estaría aquí?—se quitó las gafas para mirarme a los ojos—me enteré que estás soltera y pensé, Caray, quizás ahora si tenga oportunidad.

—Quizás.

—¿Me vas hacer rogarte?

—Tal vez...—arrugué la nariz y le sonreí—Me gusta ver a los hombres rogar...me excita— murmuré contra sus labios—Ponte de rodillas...

.....

Terminamos en mi habitación teniendo relaciones y me sentía agradecida de que haya ido esa tarde por mi.

Mis gemidos se quedaban ahogados en mi colchón mientras él presionaba mi cara contra la almohada y me penetraba una y otra vez. Luego comenzó a moverse despacio besando mi espalda y paseó sus manos por mis caderas hasta dejarlas en mi trasero.

Lo acariciaba manteniendo el mismo ritmo lento y mis caderas imitaban sus movimientos sintiéndome cada vez más satisfecha. Estaba a punto de correrme, él comenzó a estimular mi clítoris de la forma que tanto me gustaba y por fin alcancé el orgasmo más placentero.

Sonreí sintiéndome plena y feliz, reí con el par de nalgadas que me dio luego.

—Me encanta tu trasero—me clavó los dientes en una de mis nalgas y gemí para después reírme y darme la vuelta.

—Tú si que sabes como tratar a una mujer—se inclinó para besar mis pechos, amaba la manera en como los tocaba y los estimulaba.

Había olvidado lo increíble que se sentía estar con él.

Sus besos fueron bajando por mi abdomen y se quedó un rato en mi ombligo jugando con mi piercing. Comenzó a mordisquearlo y bajó a mi sexo dando pequeñas mordidas.

Con la punta de su lengua acarició mi clítoris que aun seguía sensible y varios jadeos se escaparon de mi boca. Este sujeto era de otro planeta.