🍒Gᴏᴅ Is A Wᴏᴍᴀɴ 🍒 | 𝟓𝒔𝒐𝒔

🍒You've Got a Friend in Me🍒

Estaba condenada, mi lugar en el infierno estaba asegurado, ya tenía una placa con mi nombre siendo pulida todos los días para recibirme.

No se que fue peor, tener sexo con Hero sabiendo que estaba mal o que lo haya disfrutado demasiado.

La culpa comenzó a picotear la poca sensatez que aun había en mi, cuando recordé a Colson. Sé que él y yo no eramos nada oficial pero igual sentía que lo había traicionado.  

Era la primera vez que sentía remordimiento por ser una "jugadora", porque normalmente no me interesaba acostarme con chicos sabiendo que podía romperle el corazón a alguien.

No pude pegar un ojo, a pesar de lo exhausta que había quedado luego la increíble sesión de sexo que un chico de veintidós años me regaló esa noche.

A penas  vi que la luz comenzaba a colarse por los enormes ventanales de su maravillosa habitación, me levanté para vestirme y salir huyendo de ese lugar.

Tomé mi vestido, mis tacones, mi bolso y me encerré en el baño para vestirme rápido evitando hacer algún ruido que despertara a Hero.

—¿Qué pasa Blossom?...—dijo Luke contestando mi llamada, se escuchaba somnoliento.

—¿Podrías ir a mi casa y buscarme algo de ropa para poder ir al trabajo?

—¿Qué?...¿donde estás?

—Te cuento después, por favor nos vemos en una hora en el centro

—¿Por que no vas por tu propia ropa?...que flojera Hannah, en serio sólo llamas para joder.

—¡Porque no me va a dar tiempo!—susurré/grité mientras intentaba ponerme las correas de mis tacones—Estoy en Beverly Hills...

—¿QUÉ?—soltó una carcajada que me hizo rodar los ojos—¿Estás con uno de esos viejos que te depositan?—preguntó mientras se reía.

—No...anoche preferí algo de colágeno—yo también me reí.

—Cambiar pastillas azules por colágeno...buena jugada

—Sólo ve por mis cosas, nos vemos en una hora

Colgué la llamada y abrí la llave del agua para mojarme el rostro y quitarme un poco la cara de trasnocho que tenía.

Lo difícil no fue escabullirme de esa increíble mansión sin ser vista por nadie (al menos no me topé con otra persona) si no tener que saltar el enorme portón de la entrada con un vestido corto de lentejuelas y tacones de aguja.

Agradecí estar en buena condición física porque de otra manera no lo habría logrado.

Pedir un taxi desde ahí sería imposible, porque el dinero que tenía conmigo ese día no alcanzaba para pagar la carrera desde donde me encontraba hasta el centro de Los Angeles.

Así que tuve que caminar hasta la estación de autobús más cercana.

Me vestido que brillaba con el reflejo del sol no era tan discreto que digamos y las miradas de las personas (sobre todo señoras) estaban sobre mi, acusándome.

No lo decían pero podía ver como con la mirada me ponían la etiqueta de "puta".

Afortunadamente el autobús no tardó en llegar y estaba casi vacío, lo que me hizo relajarme un poco. Me senté del lado de la ventana y poyé mi cabeza del vidrio cerrando los ojos por un momento, estaba cansada, sólo quería irme a mi casa y dormir diez horas corridas.

Me quedé dormida lo que me parecieron minutos, pero la poca tranquilidad se fue cuando sentí que me estaban tocando el muslo. Me tensé, pero no reaccioné de inmediato, abrí sólo un ojo para inspeccionar que pasaba, asqueándome por completo con lo que estaba sucediendo en el asiento junto al mío.