“Esto no está bien” Digo, saliendo del trance en el que me pone James.
“¿Por qué?” Pregunta preocupado. Está mal por Amber.
“No te puedo decir, solo… Está mal” Digo negando con la cabeza, volviendo a la entrada del gimnasio.
“Oye” Dice, impidiendo que abra la puerta, por su mano sosteniendo la mía “¿Acaso no te gusto besarte conmigo?” Pregunta agitado “A mí me gustó. Me encantó” Agrega, rápidamente.
A mí también.
“Dime que no te gusto el beso” pide, veo la desesperación en sus ojos.
Niego con la cabeza “No seas así” Le digo, en un susurro casi inaudible.
“Dímelo” Exige “Dímelo y puedes irte” Sus hombros caen.
Silencio.
Sostengo su mirada perdida, unos segundos. Y el mira mis ojos decididos, también. Está temblando.
Es tan precioso, que duele.
Soy una mala persona.
“No me gusto” Solté a mi pesar. Con la mirada en la perilla de la puerta. Suelo sentir nudos en la garganta, como toda la gente…pero lo que sentí a decir esas palabras fue un nudo en el corazón…Un nudo en el alma. Imposible de tragar.
James no dice nada, así que me atrevo a mirarlo. Pero me arrepiento rotundamente: Esta destrozado. Su cuerpo está tenso, como si se hubiera enfadado. Pero sus ojos están cristalizados, entristecidos.
“¿Puedo salir ahora?” Digo con una voz que no reconozco como mía.
James levanta las manos, con expresión ilegible.
Y salgo del tenso ambiente.
Con la respiración agitada, trato de encontrar a mis padres, porque lo único que quiero es irme de este lugar. Ahora. Lo más rápido posible. Acabo de rechazar a la persona que quiero. Acabo de rechazar un amor correspondido. Algo que todas las chicas quieren.
¿Que está mal conmigo? ¿Si se supone que estoy haciéndole un bien a Amber, porque me siento como si me fuera a derrumbar el cualquier momento?
Encuentro a los cuatro integrantes de mi familia, sentados en una mesa, comiendo y bebiendo.
“¿Nos podemos ir, por favor?” Pido.
Mi mamá me mira extrañada “¿Qué pasó, mi niña[M1] ? ¿Estabas llorando?” Pregunta preocupada.
“¿A QUIÉN HAY QUE MATAR?” Pregunta Philip, frunciendo el ceño. Me reiría si no se tratara de mi a la que hay que matar.
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¡Psicóloga adolescente! {En edición}
RomanceBirdie lleva leyendo libros sobre psicología desde los once años, ya que eran los únicos que sus padres tenían, además de que los de Harry Potter ya estaban leídos y releídos...Quinientas veces. Fue de un momento a otro, cuando el periódico escolar...