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—¿De qué estás hablando Aarón? —. Pregunté confundida y nerviosa.

—Lo que oíste Lana —. Tragué saliva, estaba hablando bastante en serio —Soy hermano de Aiden, pero eso es algo que te explicaré en el camino. Vámonos —. Accedí temerosa y extendí mi mano para irme con él.

Intenté agilizar mi paso, pero mi tobillo me lo impedía, —Duele bastante —. Me quejé del dolor, Aarón se dio cuenta de ello y me brindó ayuda, logrando que entrará en el vehículo.

Puso seguro, subio los vidrios, y esperamos un momento para analizar todo este desastre, (al menos yo)

Ahora que estaba más tranquila, que mi cordura estaba volviendo poco a poco, quería obtener respuestas por parte de Aarón —Tengo muchas preguntas, más te vale tener toda la noche para responder —. Espeté.

Él solo se limitó a asentir, cosa que me alegró porque pensé que se iba a rehusar.

Mire a su dirección y comencé el ataque de preguntas —Primero y más importante, ¿qué parentesco tienes con Aiden? Segundo ¿Le has estado preguntando a Anthony acerca de mí? Tercero, ¿Cómo lograste aparecer en mi vida? —. Tomó una bocanada de aire y solo se limitó a mirarme detalladamente.

Esta iba a ser una noche larga en medio de la carretera.

—Te responderé todo eso, pero con una historia, así que prepárate porque esto será largo —. Asentí lentamente y deje que continuase —Bien, Aiden es mi hermano, mi hermano mayor. Tenemos el mismo apellido, no entiendo cuál es tu sorpresa, ¿nunca mencionó su apellido? —. Ahora que Aarón lo mencionaba, me di cuenta de algo, sabía tan poco de Aiden, ni siquiera sabía su apellido o algo similar, solo conocía remotamente una historia falsa que él me había contado.

Negué avergonzada, ¿a quién no se le ocurre preguntar un apellido?

Así es, solo a Lana Astori.

—Bien, vivíamos en una pequeña isla canadiense hasta que Aiden tomó la decisión de estudiar medicina, mis padres le dieron el sustento necesario para que persiguiera sus sueños. Nos llamaba constantemente, estaba feliz con la profesión que había escogido, todos podíamos darnos cuenta de eso, y al poco tiempo de terminar su carrera logró adquirir trabajo fácilmente y continúo con sus estudios especializados. Por mi parte, estaba feliz viviendo con mis padres, pero necesitaba expandir mis horizontes, por eso decidí mudarme con Aiden y encontrar la carrera de mis sueños. Él y yo éramos bastante unidos, pero eso fue cambió cuando él comenzó sus estudios universitarios —. Entendía un poco eso, el mundo universitario no es tan pulcro que digamos.

—Aiden nunca fue un santo, eso dalo por sentado. Desde que tengo uso de razón era de esos chicos arrogantes que desean siempre ser elogiados, que aborrecen el fracaso y disfrutan de la miseria ajena con tal de estar en la cima, eso siempre lo caracterizó, pero pese a ello él era el gran orgullo de mis padres —. Siempre supe que ese engendró era un demonio desde pequeño — En la universidad, ya comenzó su cambio, descubrió que allí sí podía manipular a quien deseara, que las mujeres preferían un patán antes que un galán, y sobre todo que no importara la forma ni el cómo, él debía siempre ser el mejor. Durante los dos años en los que viví con él pude distinguir varias cosas, una de ellas, que disfrutaba el dolor ajeno así no lo admitiera, le gustaba torturar a los demás de formas psicológicas, segundo, solo llegó a tener una novia de forma permanente, hasta que ella murió —. Respire hondo y asentí ¿acaso la había matado?

No sé qué fue lo que sucedió con ella, ni tampoco me interesa saberlo. En cuanto a mí, siempre he sido un romántico de mala muerte, las mujeres son mi talón de Aquiles, mi debilidad, mi deseo carnal, mi pecado mortal. Amaba disfrutar de la compañía de cada una de ellas, aunque al poco tiempo me aburrían, y buscaba la forma de encontrar una nueva. Anthony y yo nos conocimos en un bar hace meses, me comentó acerca de ti, me dijo que necesitabas a alguien que le diera emoción a tu vida, me sorprendí y acepte dichoso en conocerte, pensé que quizá podías ser más duradera que mis otras relaciones —. Lo miré estupefacta y le di una cachetada.

Él sobó su mejilla y me miró desconcertado — Eso es por tratarme como objeto, yo no soy algo como para andar satisfaciendo tus necesidades, ni tampoco necesito a alguien que me complementé, idiota. Estoy bien por mi cuenta... O eso creía. —. Asintió y continuó con la historia.

—Me pareciste una mujer encantadora en primera instancia a decir verdad, cuando me invitaste a aquel dúo de baile me sentí honrado. Es día estaba preparándome, pero Aiden se atravesó en el camino para decirme que a nuestra madre le había pasado algo, cosa que me aterró —. Ahora todo cobraba más sentido — Luego de ver que no me llamabas, decidí acudir a tu hermano y preguntarle por ti, al no recibir una respuesta inmediata, me fui a un bar en busca de más emociones, ese día te llame y colgaste, supuse que había sido porque me viste devorar a aquella chica en la fiesta, nada personal —. Rodé mis ojos y asimile cada cosa, había mucho por asimilar.

Aún había algo que no encajaba ¿qué estaba haciendo Aarón aquí? Ni tampoco el hecho de que Aiden haya querido matarme.

Aarón me miró para dar respuesta a las preguntas que en mi mente se generaban — ¿Sabes? Aiden no sabe disimular muy bien, sabía que algo tramaba porque me comentó de ti, y yo sabía de tu existencia antes que Anthony me hablará acerca de ti. Me asusté porque mi hermano me comentó que tenía planes para ti, que quería hacer algo exorbitante contigo, pero esperaba que no te negarás pues las consecuencias no te iban a gustar —. Dios, ¿en qué lío me metí? - Entonces, por eso estoy aquí. 

— ¿Crees que me mate? — Pregunté atemorizada.

Aarón negó con su cabeza y tocó mi hombro para calmarme —. No creo que él te maté, solo está desatando tu furia contigo, quizá es un arrogante, pero no creo que caiga tan bajo —. Al menos eso me daba consuelo.

— ¿Ahora qué pasará? — Pregunté nerviosa.

Antes de que Aarón respondiera, alguien tocó fuertemente el vidrio del vehículo.

Giré para ver quién estaba allí y me aterroricé al ver ese azul del cielo. 


¡Aloh! Disfruten.

Nos leemos la próxima, con cariño: Laurel.

El Infierno Tiene Tu Nombre.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora