En la vida siempre me va mal.

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                      “No hay nada de malo en el poder si se usa correctamente... Lo que hace falta es la comprensión de que el poder sin amor es temerario y abusasivo y el amor sin poder es sentimental y anémico”.
                      (Martin Luther King).

Me desperté con un dolor de cabeza demasiado fatal, desorientada y mareada, mis ojos arden al acostumbrarse a la luz, no recuerdo lo último que pasó, ni siquiera reconozco donde me encuentro y siento como si me hubieran atropellado mil camiones, ¡joder! me siento fatal.

Cuando mis ojos se acostumbran a la luz, observó a mi alrededor y veo que me encuentro en un patio esposada, veo a Dereck y a Nick quienes me observan preocupados.

- ¿Qué pasó? - pregunto confundida mientras miro a Analía quien se encuentra inconciente en el suelo.

- ¿Qué pasa? acaso no recuerdas nada bella durmiente, estábamos buscando el dinero cuando nos dispararon un tranquilizante - menciona Dereck un poco frustrado. Algo hace click en mi mente porque puedo notar que estoy empezando a recordar.

Recuerdo volar.

Recuerdo discutir con Dereck.

Recuerdo salir de la casa y que de repente todo se volvió negro.

Empiezo a reaccionar, me incorporo un poco y me arrastro hacia Dereck, le miro asustada y nerviosa, empiezo hablar.

- Tenemos que salir de aquí Dereck, no podemos dejar que nos lleven - le digo en un susurro. Este me mira como si fuera estúpida e ingenua.

- Ayy que ingenua eres, en que mundo de fantasía es en el que te encuentras viviendo - me dice el castaño exasperado - ves esas esposas que tienes - asiento mientras las observó - ¿sabes para qué se utilizan?

- Pues para esposarnos que no es obvio - le digo en un tono sarcástico.

Este quiere hacer el atisbo de golpearse la frente pero al parecer recuerda que no puede, por lo cual solo me mira como si quisiera asesinarme. ¿Y ahora qué dije?

- Vamos a ver chica lista, no solo son unas simples esposas de esas que utilizan para esposar a la gente normal, estás esposas son únicas y se utilizan en personas como nosotros, personas con habilidades ¿y sabes para qué? para neutralizar nuestros poderes, en el momento en que intentemos hacer algo con ellas puestas, nos matarán y además de todo no te podrás curar - me dice este tal cual un profesor.

Uno muy sexi.
Me recuerda mi subconsciente.

- Ahhhh - es lo único que respondo.

Después de un rato de tanto pensar, tratando de buscar una solución, me giro hacia él bruscamente.

- Pero no podemos hacer algo sin nuestras habilidades, acaso no somos nada sin ellas porque yo pienso que sí- le respondo molesta.

- Mira niñata ya se que te crees una heroína pero déjame decirte que este es el mundo real, aquí no existen los héroes, aquí las personas como nosotros solo nos consideran como ratas de laboratorio y armas poderosas, nada más, así que cualquier cosa que vayas hacer ni la pienses porque saldrás perdiendo - me responde Dereck con una seriedad increíble. Lo miro incrédula, de verdad él cree eso, de verdad piensa así.

- Sabes es muy triste que pienses así y si no me piensas ayudar lo haré yo sola - le respondo secamente.

Vuelvo a donde estaba y me siento a observar a todos los cazadores presentes, él que tiene cara de constipado tiene una argolla de matrimonio en su mano, él viejo calvo de mirada pervertida y lasciva puede ser una opción pero no quiero terminar mal, observó a otro, en este caso es un chico joven no pasa de los veinte años, parece inexperto y asustado como si no le gustará la vida que lleva, sonrió porque ya encontré a mi víctima.

Profundamente fría #1✓ [Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora