Dereck.

33 8 0
                                    

                     “Ni las amenazas ni adulaciones pueden influir en el que sabe lo que quiere” (Henrik Ibsen).

Dereck Chang.

Observo a mi alrededor desorientado y mareado, me inco por los golpes que estos salvajes me proporcionan, jadeo mientras chorros de sangre caen de mi rostro, siento el sabor metálico de la sangre en mi boca y la escupo frustrado, desvío mi mirada hacia él cazador que está delante de mí y lo miro con mucho odio, mientras que él me mira con burla.

- ¡Eso es todo lo que tienes! - le grito enojado.

Mis palabras provocan que él cazador me golpee con más fuerza, siento el impacto del golpe en mi pómulo derecho, trato de no quejarme pero suelto varios quejidos de dolor por lo bajo.

- No fenómeno, tengo mucho más - me dice con una sonrisa ladina - lo que me divertiré aquí contigo.

Miro el lugar mientras él me sigue golpeando, me encuentro en una habitación completamente blanca, no tiene ventanas y ahí un bombillo blanco que cuelga del techo, el cual no apagan nunca, a estas personas si que les gusta infringir la tortura psicológica.

Seguimos con la sesión de golpes por varios minutos más, donde lo único que se pueden escuchar son mis quejidos del sufrimiento y la risa del cazador. No puedo creer como hay Duponts que han pasado aquí la mayor parte de su vida, soportando todas estas torturas, tanto físicas como psicológicas, es imposible salir bien de aquí sin al menos tener un poco la mente rota.

Pobre Alexa y lo que tuvo que haber soportado el tiempo que pasó aquí y por suerte ella no duro tanto tiempo, no como otros Duponts que llevan la mayor parte de su vida en este infierno, digo el infierno es una maravilla comparado con este lugar.

Lo único que me ha ayudado a sobrevivir en este lugar es la bella sonrisa de Alexa, su imagen no la puedo sacar de mi memoria, mejor dicho desde que la conocí no he podido sacarla de mis pensamientos, trate de alejarme de ella, ya sea que la trataba mal o me portaba como todo un imbécil con ella, pero lo hacía para protegerla, no quería que se adentrará a este mundo, que a cualquiera le parecería lindo, pero es el peor sufrimiento que puede haber, además la trataba mal también para  no caer en la tentación de sus labios, que más de una vez he estado a punto de caer, además de que está Katia y no podría hacerle eso a ella. Katia me ha esperado por tanto tiempo para que sea su esposo que ahora que ya estamos comprometidos, aparezca esa niñata de Alexa y ponga mi mundo de cabeza.

Me di cuenta que Alexa me gustaba y que ella gustaba de mi, cuando conoció a Katia y supo que éramos pareja, pude ver que Alexa le había dolido enterarse de esa noticia, claro lo disfrazó muy bien con notas burlescas, frías y de indiferencias, pero aún así pude darme cuenta de todo y el solo hecho de que siempre me miraba con tristeza me lo confirmaba.

Sé que no debí dejar que Alexa entrará en mi vida, porque jamás podríamos estar juntos, ella es una coldfrost y yo un pirómano, nuestras naturalezas jamás no los permitirían, los Duponts a nuestro alrededor tampoco lo permitirían ya que eso está prohibido, pero la verdad es que a mí no me importaría enfrentarme a los Duponts, a Katia, hasta a ese mismo mar de frialdad que ella siempre porta en su mirada, con tal de estar con ella un misero segundo de mi patética existencia, porque si de algo me he dado cuenta es que Alexa además de ser una coldfrost por naturaleza, también es alguien que cuando la decepcionas se puede portar profundamente fría contigo y a diferencias de otras personas que tal vez no les guste el sentimiento de frialdad dirigido hacia ellos, en mi caso puede ser todo lo contrario porque cuando se trata de Alexa, me encanta, me gusta cuando es así de fría e indiferente conmigo, porque se que conmigo lo hace para molestar y eso me gusta, definitivamente estoy loco.

Profundamente fría #1✓ [Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora