Capítulo final: ya todo ha terminado.

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Siento como caigo hacia ese vacío pero no hago nada para tratar de impedirlo, no me quedan muchas fuerzas para seguir luchando, me siento tan débil y cansada que lo único que quiero es dormir y ese es para siempre mejor, a mi alrededor todo pasa a cámara lenta, las personas dicen que cuando estás al borde de la muerte solo ves tu vida pasar en un abrir y cerrar de ojos, ves todas las cosas buenas que has hecho y también todas las cosas malas que hiciste en tu vida, dicen que vemos todos los recuerdos que nos hicieron felices y también los que nos hicieron sufrir más, pero yo ahora al borde de la muerte, derrotada en lo único que puedo pensar es en una sola cosa, pienso en que ya pronto veré a mi madre y estoy tranquila por eso, así que con ese consuelo recibo a la muerte más feliz.

Sigo cayendo en este interminable vacío que hasta parece que no tiene fin, siento como mis ojos secan cerrando poco a poco, pero lucho por mantenerlos abiertos, no sé si es idea mía pero puedo jurar que un molino de viento se está acercando a mi, siento unos brazos posarse en mi cintura y no lucho por quitarmelos de encima, entre todo esto puedo distinguir un rostro en el molino y le sonrio triste.

- Darían - le hablo en un susurro apenas audible y con esa última palabra me dejó vencer por la muerte.

Siento la calidez del sol en mi rostro y la brisa moviéndose al compás de mi cabello, empiezo a caminar por el largo camino de rosas blancas mientras miro mi lindo vestido blanco, siento las cosquillas que las flores producen en mis pies descalzos y me río feliz, este lugar están pacífico que podría quedarme toda una eternidad y me pregunto ¿dónde estoy? ¿será que este es el famoso paraíso? si es así, solo significaría una cosa, significa que mori, pero en vez de sentirme asustada o nerviosa por darme cuenta de eso es todo lo contrario, es como si este sitio no permitiese que sientas emociones negativas, porque lo único que al fin siento después de mucho tiempo es paz y estoy bien con ello.

En la distancia veo un gran y frondoso árbol con varias personas debajo de él, desde aquí puedo escuchar sus risas y parecen felices, cuando estoy más cerca veo a unas personas muy conocidas para mí y empiezo a correr hacia ellas.

- Madre - le digo cuando llego a su lado tirandome en sus brazos, está me recibe con los brazos abiertos y nos fundimos en un gran abrazo que significa tantas cosas, empiezo a llorar pero de la felicidad porque al fin estamos juntas.

Ella me separa lentamente y me observa confundida - ¿qué haces aquí hija? tú no deberías estar aquí, aún no es tu tiempo.

- Claro que sí lo es, estoy lista, me siento lista, me quiero quedar aquí contigo, con los dos - hablo observando a mi padre, pero este también niega.

- No cariño, aún no es tiempo - me dice con una sonrisa - aún te faltan tantas cosas por hacer, tantos lugares por conocer, aún no es tu tiempo.

- Pero... - intento reprochar pero la voz de mi madre me detiene.

- Tu padre tiene razón debes irte de aquí.

Empiezo a llorar mientras niego varias veces.

- Perdoname papá, perdoname por haber provocado tu muerte, lo siento tanto - le pido disculpas porque sé que no tendré otra oportunidad, el me sonríe y niega.

- No hay nada que disculpar cariño, fue un accidente.

Miro a mi madre y con una sola mirada que le doy, ella lo entiende todo.

- Tampoco tengo nada que perdonarte, ahora vete, vete y vive bien - me pide sonriendo - prometelo.

- Lo prometo - le digo firme.

Profundamente fría #1✓ [Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora