Mis recuerdos.

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                  “La muerte no es la mayor perdida en la vida. La mayor perdida es lo que muere dentro de nosotros mientras vivimos”  (Norman Cousins).


Cierro los ojos estoy esperando el impacto de la bala pero nunca llega, así que abro los ojos y veo a mi madre delante de mí, con los ojos abiertos de par en par, sujetándose a mis brazos para evitar caer, la sostengo sorprendida y asustada.

- ¡Madre! - grito asustada - ¿pero qué has hecho?

La dejo en el suelo con cuidado mientras siento mis lágrimas caer.

- Salvándote la vida mi pequeña niña - susurra mientras llora, la observo llorando a cántaros, esto no puede estar pasando.

El mundo se detiene para mí, no escucho a nadie, no veo a nadie más, es como si todo a mi alrededor se hubiera paralizado y solo quedáramos ella y yo, en medio de mis lágrimas es cuando me doy cuenta de que no puedo dejar que muera, todavía la necesito demasiado.

- ¡No tenías que salvarme, yo soy capaz de curarme, tú no! - grito más desesperada. Trato de cubrir la herida con mis manos para que no se siga desangrando pero es imposible, la sangre sale a chorros, estoy empezando a desesperarme, no se que hacer.

- Leí su mente, está bala fue especialmente hecha para ti... tiene un componente químico que te hubiera matado al instante... ni con tus habilidades de curación te hubieras podido salvar - habla entrecortadamente. Sigo llorando mientras me quedo confundida.

- ¿Cómo qué leíste su mente?

Ella solo me mira con esos ojitos que reflejan tanto amor y me arrepiento de haberla tratado mal.

- Es otra Dupont, lleven a ambas adentro - ordena el maldito de Nikolay. Siento como se acercan unos cazadores y sin mirar hacia ninguna parte, subo una mano y los congelo rápidamente.

- Vuelves a hablar, a tan siquiera respirar y te juro que nos vamos a morir todos aquí - le espeto fríamente. Lo observo y este asiente, vuelvo la mirada hacia mi madre y lloro como niña pequeña.

- Mamá necesito que me perdones me comporte como una perra... - no me deja hablar porque su voz me interrumpe.

- No nena, perdóname tu a mi - me pide sollozando - perdóname o no estaré en paz.

Y llore aún más por esas palabras, siento una presión en mi pecho, siento que no puedo respirar pero aún así asiento.

- Te perdono madre - susurro. Siento tanta rabia e impotencia al no poder hacer nada para ayudarla.

- Ahora con mis últimas fuerzas te mostraré la verdad - habla posando su mano ensangrentada en mi mejilla, la toco ¿de qué verdad habla?

Al instante ráfagas de momentos que yo misma olvide pasan por mi mente, jugando con mis padres, mis padres discutiendo, yo con miedo, jugando con una niña de cabello rubio dorado, pero hay uno en particular que se queda en mi mente, el de ese fatídico día.

Es una fiesta de cumpleaños, hay muchos niños alrededor del pastel y veo a una mini yo de unos diez años soplando las velas, hay muchos niños no reconozco a ninguno de ellos excepto a esa niña, me sentía tan profundamente feliz tenía todo lo que un niño pudiera desear, supongo que ese fue mi error. El recuerdo avanza y ahora veo a unos niños tirandome del cabello, no me gustaba que se burlarán de mi pero aún así lo soportaba, hasta que esa misma niña que aún no reconozco se ubica delante de mí, con instinto sobreprotector pero uno de ellos la empuja causando que se tropezará y cayera al suelo, siento una irá en mi interior, una que jamás había sentido, una que puede ser muy volátil para cualquier niño y entonces observo como toda la casa empieza a moverse, las luces parpadean al compás en el que cierro y abro mis párpados, me arden demasiado y no se porqué, mi padre llega a mi lado preocupado y me dice que me calme pero no puedo controlarlo, se escuchan los murmullos, la gente corriendo fuera de la casa, mi madre tratando de llegar a nosotros pero la sacan de la casa, veo como le digo a mi papá que se aleje de mi, que se vaya y se lleve a esa niña que está tirada en el suelo, él insiste en que no me dejara y entonces exploto, dejo salir todo ese hielo de mi provocando profundas heridas en mi padre y en la niña, trato de parar pero no puedo detenerlo y termino congelándolos a ambos.

Profundamente fría #1✓ [Sin Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora