Capítulo I: Soy Gay

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Podría partir preguntándome muchas cosas existenciales para que ésta historia fuese más interesante, o podría partir narrando sobre cómo está el cielo hoy y cuanto odio el sol de verano, pero no.

No podía mirarle la cara, porqué a noche y esa misma mañana le había dedicado al menos tres pajas a un desconocido, al chico bajito con un tatuaje de escorpión en su cuello, quien todos los santos jueves buscaba  algún cómic bastante malo. No me atreví tampoco a recomendarle uno, me limité a mirarlo desde mi puesto de trabajo.

Sí, porqué su boca luce mejor desde la caja registradora, sus manos lucen más suaves si no las tocó y su sonrisa se ve mejor si no se la saco yo, porqué claro, un chico así debería tener un novio. Y es justamente ese tipo de casi dos metros que entró a la tienda, con una barba descuidada y estilo emo ¿Qué no habían pasado de moda?

Lo toma desde la cintura, le besa su cuello, justo en la cabeza del escorpión, el bajito voltea a mirarlo, enreda sus manos en el cuello y lo besa mostrándole el cómic que eligió. Y yo soy el tipo que está tras del mesón, con una mala tintura de cabello negro azabache, con unos kilos demás y las ojeras hasta la mandíbula, el que les sonríe una vez que llegan a pagar. Me dedican una sonrisa, apenas los miro a los ojos y se van.

A la mierda, estoy cansado de estar en el clóset. Yo podría ser él, el alto pero menos emo y le diría que el cómic que eligió es bastante malo.

— Tú, de nuevo — el tipo de casi todas las semanas; ojos azules, pálido y con un corte bastante feo — ¡Suelta ese cómic!

Estaba acostumbrado a robar, pero me estaba costando descuentos en mi salario. Él me miró sosprendido, salió de la tienda y yo salí tras de él, intenté correr pero estos kilos demás no me ayudaron. Antes de poder llevar a la otra esquina estaba apoyando mis manos en mis muslos y descansando en ellos ¡Que se joda! No vuelvo a correr por un puto cómic barato, prefiero pagarlo a que me dé un infarto.

Desde ahí miro a la mascota del restaurante de hamburguesas, me mira y niega con la cabeza, rodé mis ojos y decidí caminar de nuevo hacía la tienda.

[...]

— Ahí está la cuenta — dijo Alice, la chica rubia que mastica siempre la misma goma de mascar, mientras dejaba el papel sobre la mesa

— ¡Que considerada! Aún no terminamos — comentó mi amigo

— Tu colación ya terminó, Bert — le sonrió arrugado sus labios y se marchó

— Perra — me miró —. Es mala

— Creí que por ser la mascota te daban la comida gratis — le dije, mordí mi hamburguesa

— Son unos jodidos tacaños, Gerard — suspiró —. Deberías comer ensaladas, hoy casi te infartas — lo miré — ¿De nuevo ese tipo? — asentí

— Me encontró desconcentrado y se aprovechó — levanté mis hombros sin importancia —. De todas maneras era un cómic de Marvel

— ¿Qué mierda tienes contra Marvel? — aquí vamos — ¡Marvel tiene los mejores superheroes! Ojalá y te dé un infarto, perra — tomó una de las papas fritas de mi plato y me la lanzó. Reí

— Oye, Bert — él alzó su ceja en modo de interrogación — ¿Qué pasaría si fuera gay?

— Nada — me miró extraño — ¿Por fin saldrás del closet?

— ¿Cómo? — me sorprendí — ¿Ya lo sabias?

— Gee, digamos que soy como tu madre, es algo así como "Lo sé desde que estabas en mi vientre", hipotéticamente hablando, claro — bebió de su bebida —. Y te gusta la película de Batman y Robin de Schumacher, eso es suficientemente gay — sonrió

The Living Shit Out Of Me [×Frerard×]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora