Harry y Hermione - ONE SHOTS

Bajo la Misma Luna

  Era una linda noche estrellada en el centro de Londres. La luna resplandecía iluminando toda la ciudad.
    Yo tenía una hermosa vista desde el ventanal de mi apartamento. Creo que eso fue lo que más me atrajo del lugar en cuanto lo vi por primera vez. Tenía mi cocina estilo americano , donde intentaba mejorar de vez en cuando mis platos. Mi habitación era una de mis habitaciones preferidas, estaba decorada a mi gusto, y el baño estaba conectado a ella así que era una gran ventaja tenerlo cerca. Allí podía desde leer un libro tranquilamente hasta ver una película junto a mis amigos. También estaba la sala de estar con un juego de sofás al tono del color de mi apartamento, melocoton y durazno. Sin duda alguna, no podría faltar mi biblioteca, hecha de madera de roble con detalles dorados a sus costados, un gran gesto por parte de mi mejor amigo. Todavía recuerdo ese día...
                        * flashback *

- Hermione enserio insisto en que te quedes a vivir conmigo, míralo por el lado positivo, la mitad de los gastos, seguridad del mejor auror de todos los tiempos, y pasar las 24 horas del día junto con tu mejor amigo.

- La verdad que la oferta es muy tentativa señor Potter *le dije tomando su brazo para tratar de que entendiera de una vez por fin mi desicion* pero... Harry quiero independizarme y tener mi espacio, mi propio departamento, tu sabes desde cuando estuve soñando este momento. Aparte Harry....tu departamento esta al frente del mio, si  mi seguridad es lo que te preocupa. - le dije levantando una ceja, como si fuera lo mas obvio.

   Un poco desilusionado al no poder convencerme, soltó un pequeño suspiro, pero al final dirigio su mirada hacia mi y me sonrió:

- Si es lo que la señorita desea.... pero sabes que siempre que me necesites allí voy a estar ¿Esta bien?

- Claro que sí. - le respondí devolviendole la sonrisa.
 
     Continuamos caminando por las calles centrales, charlando, mirando vidrieras, hasta que de un momento a otro Harry se paro en seco, como si le hubieran lanzado un petrificus totalus. Yo al percatarme de esto, empeze a llamarlo, pero no me respondía, ya me estaba asustando pero habló:

- Harr...

- Necesitas eso en tu apartamento. - me dijo mientras señalaba una vidriera que estaba detrás de mi.
    Me di la vuelta y la vi, era hermosa, aún vacía y sin nada, me imagino como se vería llena de libros. Me acerque hasta la vidriera como una niña viendo la mejor de las muñecas.
    Mis ilusiones de tenerla conmigo cayeron en cuanto vi el precio.
      Era hermosa y lo valía, pero estaba ahorrando y no podía permitirme hacer esos gastos. Me di la vuelta, y Harry me veía con atención, ya había notado mi cara de decepción al no poder pagarla, pero aún así intenté poner mi mejor sonrisa al volver a hablarle:

- Es muy hermosa....pero no puedo comprarla por más que quisiera Harry, estoy ahorrando más que nunca ahora que pienso mudarme, tal vez en otro momento será..

- ¿De que hablas Hermione? Claramente no encontraremos una biblioteca igual de hermosa en todo Londres, es más, ven conmigo. - me tomo de la mano y juntos entramos a la tienda.

- Buenos días, que puedo ofrecerle?

- Si buenos días, vengo a comprar la biblioteca que se encuentra en la vidriera.

       La chica que nos atendía se fue a buscar la biblioteca, y los dos nos quedamos solos.
  Aún seguíamos tomados de los brazos, a lo que yo intenté frenarlo dando un apretón para que me escuche:

- Harry... No tienes porque hacerlo..

- Claro que si Hermione, eres mi mejor amiga, además, tómalo como un regalo de bienvenida - al ver mi cara de poco convencimiento me dedico una de sus miradas a las que nunca podría decir que no. - ¿Por Favor?