✿𝑻𝑾𝑬𝑵𝑻𝒀 𝑻𝑾𝑶✿

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✿Eso hasta que el molesto celular de su esposo resonó con énfasis en toda la habitación rompiendo el ambiente amoroso en el que ambos adultos estaban envueltos, Ruben gruñó molesto sabía lo que pasaría a continuación, su esposo despertaría contestaría el celular y se iría de su lado, su corazón se apretujo dentro de su pecho al recordar todo lo que había pasado el día anterior, se alejo del cuerpo de Vegetta y se hizo bolita en la orilla de la cama tratando de que sus lágrimas no se escapasen de sus ojos, intento hacerse el dormido cuando sintió a su esposo removerse inquieto al otro lado de la cama, como si buscase algo, cosa que le extraño de alguna manera.

El celular seguía sonando con ese molesto tono que desde hace mucho tiempo empezó a odiar, como se presentía la presencia de su esposo en la cama desapareció y el sonido del celular paró junto la voz de Samuel contestando la llamada con voz adormilada, sus labios se apretaron con fuerza cuando el sonido de la puerta abriéndose se escuchó en sus oídos, Samuel salió de la habitación y el por supuesto el solo se quedó ahí, hecho una bolita de absoluta tristeza, de sus ojos varias lágrimas se derramaban manchando las sábanas moradas que antes le habían servido de refugio con la agradable sensación y que ahora solo le parecían frías y vacías sin la persona que tanto amaba, los minutos pasaban casi como si fuesen horas sus ojos solo se conectaban en la ventana de la habitación donde los pájaros pasaban de vez en cuando cantando dulcemente, su mente divagaba en otro lugar.

Suponía que Samue había salido al trabajo ya, después de todo sus trajes de negocios los guardaba en otro lugar desde que una vez se confundió con su ropa no tenía ganas de levantarse su cuerpo pesaba y sus brazos se enredaban en la almohada buscando reconforte hacia su persona, la puerta fue abierta nuevamente su cuerpo se tensó y sus ojos no pudieron evitar dirigirse a la silueta de Samuel quien con una suave sonrisa traía el desayuno en una bandeja, sus ojos se iluminaron más no perdió el peso que se encontraba en su corazón, estaba desconfiando y mucho, no quería volver a pasar lo de antes.

─Buen día príncipe, por fin despiertas─ la suave voz de Samuel junto con el dulce aroma de la comida que se encontraba en la bandeja lo dejaban anonado, sonrió incosientemente ante el apodo tan cariñoso con el cual Vegetta se había referido a él, no tenía ni idea de cuanto tiempo había pasado desde la última vez que se había referido a él con aquel curioso apodo, significaba mucho para él, aun así se sentía extrañado de que él aún estuviese ahí en esa momento─te traje el desayuno, espero que te guste─ se sentó en la cama aún el silencio mirando con curiosidad lo que se encontraba en la bandeja de plata, un desayuno sencillo era lo que había ahí, un par de tostadas con mermelada, una tortilla de patatas junto a una salchicha picada, jugo de naranja en un vaso de vidrio y un par de galletas que a el tanto le gustaba comer.

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❁𝑰 𝒏𝒆𝒆𝒅 𝒂 𝒇𝒍𝒐𝒘𝒆𝒓❁Donde viven las historias. Descúbrelo ahora