❁𝑰 𝒏𝒆𝒆𝒅 𝒂 𝒇𝒍𝒐𝒘𝒆𝒓❁

✿𝑻𝑾𝑶✿

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✿Los gritos resonaban por toda la mansión chocando como un golpe sordo entre las paredes y llenándose de tantas palabras juntas que era difícil entender algunas de ellas, aquello que estaba sucediendo pasaba más a menudo de lo que debería, peleaban por cualquier pequeñez por cada mínimo detalle, se lastimaban verbalmente causando que varias ocasiones no se dirigieran la palabra, ninguno de los dos estaba dispuesto a dar su brazo a torcer disculpándose o a siquiera dirigirle alguna mirada al contrario, ¿Que había pasado con las peleas tontas que tenían? Aquellas que terminaban en risas escandalosas, bobeitos sin sentido y sutiles coqueteos. Todo eso había desaparecido convirtiéndose en peleas duras que lo lastimaban por dentro dejándolo con una sensación lugumbre en su corazón.

Gritó, gimoteo y casi sollozo enfrente de Samuel, estaba desesperado por intentar que Vegetta recapacitara, lo único que quería era no perder a su marido no de esta manera, no después de tanto tiempo juntos y no con un final así, pero aquel hermoso hombre no quería entender ignoraba sus súplicas mirandolo con una expresión enojada y confundida a la vez, lo impacientaba lo sacaba de sus casillas hasta casi hacerlo llorar, ¿que tan difícil era entender de que no estaban bien? Que necesitaban un tiempo para que todo volviera a la normalidad, para aclarar su mente y corazón hasta que estuvieran listos para sobrellevar todo junto a Samuel, junto al hombre del que se enamoró aquella vez.

─Samuel! Coño, porfavor intenta comprenderlo!! No es tan difícil tío- Pidió con la voz quebrantada y dolida, su pareja lo miró con preocupación y confusión causando que los ojos de Ruben brillarán llenos de esperanza surcando por su mente logrando que su corazón latiera desbocado, estaba logrando lo que quería, que Samuel le prestase la suficiente atención como para hablar con más seriedad sobre su matrimonio, pero todo se arruinó cuando el teléfono de la casa resonó por toda la sala, Vegetta iba a coger la llamada pero las delicadas manos del híbrido de oso sosteniendo su blanca chaqueta lo detuvieron abruptadamente mirando los hermosos orbes verdes que tanto lo habían enamorado, lo miraban con súplica, suspiro.

─Rubius cariño, sabes que todo lo que hago, lo hago por ti, para que vivas tan bien como ahora- dijo suavemente, pero en sus ojos no demostraba ninguna emoción o al menos no demostraba el amor que Ruben quería y eso lo decepciono ─Voy a estar ocupado...-miro hacia otro lado librándose del firme agarre del peli blanco quién miraba con decepción como su esposo tomaba la llamada y se encerraba nuevamente en su despacho.

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