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Las mañanas son una de mis cosas favoritas, son tan tranquilas y relajantes. Menos cuando eres EMS.
Entro al hospital con mi café diario a comenzar la jornada y justo en recepción veo a dos chicas, una en en suelo y otra de pie a su lado.
—Buenos días -le saludo- ¿Qué ha pasado? -pregunto viendo a la señorita en el suelo.
—Parece que mi amiga ha tenido un accidente automovilístico, yo pasé por la calle y la vi ahí, llamé una ambulancia pero entiendo que acaban de comenzar su jornada así que decidí traerla aquí -explica con un tono de voz preocupado.
—Vale señorita, ahora mismo la reviso, solo me pongo de servicio rápido, ya vengo -la veo asentir con la cabeza.
Me apresuro a dejar mis cosas en el mostrador, en un momento las acomodaré, y firmo la lista en la que parecen los nombres de todos los médicos para así entrar de servicio.
Me acerco a la paciente en el suelo y le pido a un compañero que me ayude a subirla a una camilla. Me la llevo a una de las salas del hospital para así revistarla más tranquilamente ya que se veía que empezaban a llegar más personas.
Saco el botiquín y aplico una pomada en los hematomas que veían por su cuerpo, no era nada grave, solo pequeños golpes y algún que otro rasguño y la chica supongo que se había desmayado del susto o algo por el estilo. Tomo un pequeño algodón con algo de alcohol y lo paso por su nariz viendo como despierta poco a poco.
—Buenos días señorita, ¿como se encuentra? -pregunto guardando las cosas de nuevo en el botiquín.
—Un poco mareada, ¿Qué me ha pasado? -pregunto un poco confundida.
—Al parecer ha tenido un accidente automovilístico, pero nada muy grave, no se preocupe -sonrío para aliviarla un poco- Podría sentarse lentamente en la camilla por favor, mientras busco los medicamentos requeridos, ahora vengo.
Salgo de la sala y voy a por los medicamentos.
—Vale, esta es una pomada que tendrá que colocarse en los hematomas y los demás golpes, para que desaparezcan más rápido, y estas son unas pastillas por si le duele la cabeza o algo por el estilo, ¿entendido? -le habló con una pequeña sonrisa y tendiéndole ambas cosas.
—No se preocupe, no es nada, vaya con mucho cuidado y procure no ponerse mucho en riesgo -le digo después de coger su dni e ingresar sus datos en la pda.
