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Eran las 5:30 de la mañana, cuando aquel irritante sonido proveniente de mi celular me despertó, la maldita alarma.
Tomo el aparato entre mis manos y la desactivo, me siento en mi cama y suspiro pesadamente. El día de hoy hago las oposiciones para pertenecer al cuerpo nacional de policía de la ciudad de Los Santos. Sinceramente me emociona a sobremanera pertenecer a la policía, siento que tengo buen potencial.
Perezosamente me levanto de la cama y me estiro, tengo tiempo de sobra para hacer las cosas que me hacen falta así que tranquilamente voy hacia la cocina y prendo la cafetera para que esta vaya preparando mi café mientras me ducho.
Camino hacia mi habitación de nuevo y estando en esta voy hacia mi armario. Me quedó viendo al ropa unos minutos hasta encontrar algo que realmente me agrade y sea cómodo para estar todo el día, al final opté por vestir un pantalón ligero color gris, junto a una blusa completamente blanca y mis tenis negros básicos.
Entro al baño y tomo una ducha mientras escucho alguna canción de algún anime o cualquier cosa que apareciera por ahí.
Salgo de la ducha un poco más animada, me visto con la ropa que ya había elegido anteriormente y voy hacia la cocina nuevamente donde termino de preparar mi café poniéndole un poco de leche y azúcar.
Reviso mi teléfono mientras bebo este tranquilamente en uno de los taburetes que se encuentran en la cocina. Al terminar este me doy cuenta que quedan exactamente treinta minutos para que esté en comisaría.
—Joder que se me hace tarde -hablé para mi misma.
Camino hasta mi habitación donde comienzo a maquillarme ligeramente como lo hago siempre.
Al estar lista tomo mi bolso donde meto las llaves del coche junto a las de casa, mi billetera entre otras cosas. Antes de salir de casa tomo una botella de agua del refrigerador y una gabardina negra que estaba colgada al lado de la puerta ya que fuera hacia bastante frío.
Cierro la puerta de mi piso y subo al elevador para presionar el botón con el que éste me dirigirá hasta el garage donde tomo mi coche comenzando a conducir hacia donde espero sea mi próximo trabajo.
En el camino comencé a sentirme un poco nerviosa, repasaba en voz alta para mi misma algunos de los códigos policiales, siempre fui buena para memorizar las cosas importantes por lo que no me resulta tan difícil esa parte.
Al llegar a comisaría bajo del coche y le pongo el seguro. Saco mi celular del bolso y reviso la hora en este; siete en punto, justo a tiempo, suelto un suspiro un poco más tranquila al saber que por fin estaba ahí.
