Adv: ▪Alto Cringe. ▪ Referencias vergas. ▪Posible mala ortografía. ▪Crossover a lo hiper pendejo ▪¡Feliz día de muertos super retrasado!.
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La noche caía en la ciudad de Hokkaido. Las calles iluminadas en un color anaranjado gracias a las luces y decoraciones para el día festivo. Niños y adolescentes jugaban en los caminos con diversos disfraces haciendo resaltar y en una calle en específico ,una chica, en su departamento dormía en el sillón con la televisión ensendida y un tazón de botanas en la mesita de noche frente de donde se encontraba recostada.
Sabía que día era ese, así que con mayor razón se puso a dormir. O eso planeaba hacer hasta que desde la puerta principal de su hogar se escucharon varios golpes seguidos, risas, murmuros para nada leves y gritos que sabía identificar incluso estando sorda.
Con pereza se levantó de su cómoda cama improvisada y casi como un gato de mala gana abrió la puerta, encontrándose con sus peores pero bellas pesadillas. Sus amigos estaban allí, y en cuanto la vieron sonrieron.
- ¡Mis ojos! - los tapó, finjiendo ver una luz brillante que salía de ellos queriéndola segar.
- ¡Dulce o truco! - exclamaron juntos, enterneciendo de sobremanera a la muchacha castaña
- ¡Jodanse! - cerró la puerta, gruñendo al escuchar los gritos frustrados y regaños de sus compañeros bladers. - ¿Porque? - sollozó ella - Solo quiero que me dejen dormir~ - suspiró y los dejo pasar.
- ¡Nada de dormir! ¡Debemos ir a pedir dulces y a la fiesta de Wakiya! - reclamo alegremente Valt.
- ¿Fiesta?
- ¡Si! ¿No te envío un mensaje? ¡Incluso lo envío al grupo de WhatsApp! - dijo Rantaro
Oh. Ahora recordaba. Había resivido desde el día anterior más de dosientos cincuenta mensajes ,la mayor parte de textos -por no decir que ciento treinta de ellos- eran de su rubio mejor amigo que le exigía que se conectara mandándole infinidades de insultos y emojis molestándola, seguramente diciéndole de esa fiesta y explicándole que: como era su mejor amiga y novia fingida tenía la obligación de ir. Así que sencillamente solo no se volvió a conectar en todo el día ,incluso ignoró las probables quinientas llamadas que resivió desde en la mañana.
Era mucho amor para ella. Desde su punto de vista ,claro
Suspiró y entro a la cocina, colocando dulces en un tazón y rellenando el que tenía con más frituras, así almenos mantendría a raya las emociones de sus amigos y no romperían nada. Aunque eso era de menos, bien podría decirle a sus millonarios padres que se metieron a robar a su departamento y le comprarian más cosas.
Debía aprobachar y fingir ser la niña mimada que ellos querían, gastando así el dinero que tenían guardado el literalmente una bodega.
¿Que se creían, Rico McPato con esposa? .Eran ridículos ,además de tacaños como el famoso Don Cangrejo de Bob esponja, la serie que empezó viendo en unos de los canales de televisión antes de quedarse dormida. No. Incluso sus padres eran peor que esos dos personajes combinados.
