— ¿Por qué brindamos exactamente? — le pregunté.
— ¿Tiene que haber una razón específica?Levanté la ceja.
— Pues brindamos por la suerte que tengo de haberte encontrado. Si no hubiera sido por los Titanes tal vez nada de esto hubiera sido posible.
— Si no hubiera sido por los Titanes te habría encontrado yo de otra manera.