— Aléjense — gritó la encapuchada antes de que estallara el coche. Y evitó que las planchas de metal le dieran a la gente de la calle.
Unos hombres vestidos de negro salieron de unas furgonetas y la rodearon.
Conner miró desde una esquina como luchaba con destreza e iba acabando con ellos.
Pero estaba cansada y eran muchos más.— Lo sé Kripto me ha dicho que no destaque pero no puedo dejar que le hagan daño cuando ella acaba de salvar a toda esa gente.
En unos segundos Conner acabó con todos. Paró unas balas sin embargo no pudo evitar que el último electrocutara a la chica.
— ¿Quién eres? — le preguntó ella cuando la cogió.
— Conner. Te llevaré a un lugar a salvo.