— ¿Qué haces? — le pregunté.
— ¿No lo ves? — me dijo tirando la botella.
Se alejó de mi pero lo detuve.
— ¿De verdad quieres gastar así tu vida? Ahogado en una botella de ... ¿es whisky? Lo que sea. ¿No quieres vivir?
— ¿Para qué? Estoy solo, mi padre está... y aparte de él no tengo a nadie.
— ¿Estás ciego? Y, ¿qué soy yo? Llevo aquí desde que teníamos doce años pero ni te has dado cuenta. Si de verdad quieres pasar así tu vida, solo, allá tú.Pasé a su lado enfadada y me alejé a paso rápido.
— _____________ — dijo, sin embargo ya estaba demasiado lejos.
"Mierda" masculló.