¡Hola, hola! ¡Soy Homicidal_Bloody un gusto conocerte!
Aquí podrás encontrar muchas cosas pero no un cliché, eso te lo aseguro. Con una mente dispersa como yo, no es necesario usar lo típico que ves para tener comentarios y leídas.
. . . aquí podrás...
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— - 🍨 for love...
El patrulla perseguía con una velocidad casi inhumana al Flash GT de color negro. Acababan por atracar una de las sucursales del Fleeka, y no había una forma coherente ni lógica de perseguirle la huella tan rápido.
—¡Jodel, me cago en to' su muerto! —el grito enfadado y alterado de Yu se oyó desde el vehículo negro, haciendo todo lo posible por perderle la pista, en especial a las motocicletas de los policías. Quienes estaba perfectamente pegadas al coche, y no había una forma de perderlos.
Shion sostenía el bolso inmenso contra su cuerpo, como si su vida llegase a depender únicamente de aquello. Observaba por el espejo retrovisor las motocicletas detrás de ellos, con sus sirenas rojas y azules cegándole a través del reflejo. Volteó la mirada a Chino, completamente alterado y nervioso mientras trataba de hacer lo posible por escaparse de ellos con el botín. Lo cual estaba, casi siendo una victoria, pues habían escapado al Norte donde estaría Nadando esperándoles con un helicóptero.
Shion no estaba absolutamente de acuerdo con lo último.
—¡Baja! —espetó Chino a través del radio hacia Nadando.
El Helicóptero pasó por sobre sus cabezas, y con una crueldad despiadada comenzó a disparar hacia los cuerpos de los policías. Logrando en menos de un segundo, matarlos y caer de sus motocicletas, derrapando por el asfalto. Los dos patrullas habían chocado entre sí al haber clavado los frenos de mano cuando sus compañeros cayeron de las motos. Y al igual que los agentes, acabaron acribillados hasta quedar de manera similar a un colador.
El pecho de Shion se apretó contra su corazón, sintiendo una angustia acumularse y que le obligó a dejar de respirar de repente. El bolso apretado contra su cuerpo mientras bajaba del Flash GT, sus piernas flaquearon casi al instante que notó los cuerpos de sus compañeros sin vida sobre la carretera del Norte. Una sensación de angustia y dolor se estaba acumulando en su interior.
Chino jaló de su brazo, obligándola avanzar hacia el helicóptero que había aparcado en medio de la carretera para dejar que sus otros dos compañeros subiesen al águila negra. Yu tomó el bolso entre sus manos, para quitarle peso a Shion y pudiese subir sin ningún problema.
Escuchó la risa de Gringo a sus espaldas en tanto posó su cuerpo sobre el suelo metálico del helicóptero. Notó que él era quien llevaba la metralleta, quien se había encargado de matar a sus compañeros. Luego escuchó a Yun carcajear y bromear de forma cínica sobre los cuerpos muertos. Nadando no decía nada, pero estaba segura que dentro de su mente estaba teniendo la misma conversaciones que los otros dos anteriores y que, en su defecto, estaba de acuerdo.
—Otro éxito más. —habló Gringo, y notó la mirada de Shion sobre él. Viendo que su piel estaba más pálida de lo normal. Pudo adivinar que se trataba por la sangre y asesinato masivo que acababa de hacer en menos de diez segundos, y que seguramente no estaba acostumbrada a tales cosas.—Vas a tener que acostumbrarte, tienes de novio al Chino.
