R. O. T. B. A. S. |4|

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-Gracias, puedo tomar un taxi yo misma. —Gu Ning lo rechazó y agitó la mano hacia un taxi vacío.

Aunque no fue tan bien como pensaba, Qi Ziyue no insistió, en caso de que Gu Ning tuviera una mala impresión de él.

Al ver a Gu Ning entrando en el taxi, Qi Ziyue regresó a su auto. 

Cuando Qi Ziyue regresó a su casa, Tang Yaxin, quien estaba en su bata de dormir, presionó contra su cuerpo y se quejó: 

-¿Por qué estás en casa tan tarde? 

Se sintió excitado por la presión de su cuerpo tan cerca del suyo, y la abrazó sonriéndole. 

-¿Qué? ¿Me estabas esperando?

-¡Sí, no te he visto en una semana y te extraño mucho! —dijo Tang Yaxin e hizo una mirada ardiente a Qi Ziyue.

Qi Ziyue no pudo esperar un segundo más y la besó salvajemente, mientras se besaba, la desnudó en un segundo y comenzó a frotar sus suaves senos.

Cuando Gu Ning regresó a la casa de Leng Shaoting, se duchó y luego se puso su bata de dormir; después, sacó la caja de antigüedades del espacio telepático del ojo y la abrió.

Aunque la caja hundida había estado oculta allí durante más de cien años, no entró agua debido a la cera espesa que había en su superficie.

Después de revisar las antigüedades, Gu Ning puso algunas de ellas en una caja de caoba que llevaría a la tienda de antigüedades Xiangyun mañana, y luego se fue a dormir.

Al día siguiente, Gu Ning estaba despierta a las 5:30 p.m. y no pudo volver a dormirse, así que se levantó y salió a correr.

El área donde vivía Leng Shaoting era muy grande con muchas plantas verdes, por lo que el paisaje era bastante agradable; las personas que vivían aquí eran súper ricas o poderosas, porque cada casa aquí costaba al menos cien millones de yuanes.

Había una pista en esta área de vivienda, por lo que Gu Ning corrió a lo largo de ella.

En este momento, había muchos corredores.

En la plaza, había muchos hombres y mujeres de edad que practicaban Taiji; al ver a una joven tan hermosa venir a correr tan temprano en la mañana, todos la felicitaron, porque era raro verla, la generación más joven dormía hasta tarde, pero esta joven era diferente.

Justo en este momento, un jianzi[1] voló hacia ella; Gu Ning se detuvo de inmediato y lo devolvió a su ruta original en el aire, lo que sorprendió a todos en la plaza.

-¡Buena esa! —dijo una anciana.

Gu Ning le sonrió, luego continuó corriendo

Cuando ella se fue, varios ancianos y ancianas se reunieron y discutieron sobre ella.

-¡Ella es tan bella!

-¡En efecto! No suelo ver a una niña como ella corriendo tan temprano en la mañana.

-¡Yo tampoco! Mi nieto odia los ejercicios.

-Bueno, desearía que mis nietos pudieran ser tan enérgicos como ella.

...

Jiang Ruiqin había estado trabajando duro durante mucho tiempo y rara vez tenía tiempo libre, por lo que se levantó temprano esta mañana para correr; cuando Gu Ning corrió junto a él, su corazón dio un vuelco. 

Al principio, Jiang Ruiqin no se lo tomó en serio y continuó corriendo; sin embargo, cuando Gu Ning corrió junto a él por segunda vez, Jiang Ruiqin no pudo evitar volverse para seguirla.

En poco tiempo, Gu Ning notó que alguien la estaba siguiendo, pero ella sabía que él no era un mal tipo, por lo que no le importó.

Jiang Ruiqin la siguió por un tiempo e intentó entablar una conversación con Gu Ning, pero no sabía cómo; con el paso del tiempo, Jiang Ruiqin vio que Gu Ning corría a un ritmo regular, y la distancia que se movía en cada paso era la misma.

¿Ha recibido formación profesional?

Jiang Ruiqin siguió a Gu Ning corriendo durante aproximadamente una docena de minutos y se sintió cansado, pero Gu Ning todavía corrió hacia adelante como si nunca se quedara sin fuerzas.

Sin dudarlo, Jiang Ruiqin corrió al lado de Gu Ning y siguió sus pasos tratando de hablar con ella.

-Hola señorita, gusto en conocerla; te he seguido por un tiempo y noté que corrías a un ritmo regular, no pareces cansada en absoluto. ¿Has recibido formación profesional antes? —Jiang Ruiqin estaba casi sin aliento cuando dijo eso. 

Jiang Ruiqin fue amable y preguntó simplemente porque tenía curiosidad.

-Sí, he sido entrenada profesionalmente —dijo Gu Ning y lo miró.

Al ver a Gu Ning tan tranquila e incluso un poco fría, Jiang Ruiqin se sintió un poco decepcionado, porque era un joven apuesto y estaba acostumbrado a ser admirado por las chicas jóvenes; sin embargo, Gu Ning parecía ser una excepción.

El corazón de Gu Ning estaba ocupado por Leng Shaoting, por lo que no estaba interesada en otros hombres, a pesar de que él era guapo.

-¡Cierto! —Jiang Ruiqin obtuvo la respuesta que quería, luego volvió a preguntar— Mi nombre es Jiang Ruiqin. ¿Puedo saber tu nombre? —después de eso, agregó— No te preocupes, si no quieres decirme, está totalmente bien.

Gu Ning sonrió y dijo: 

-Mi nombre es Gu Ning.

Después de eso, Jiang Ruiqin corrió con Gu Ning y hablaron entre ellos de vez en cuando; después de otro circuito, Gu Ning se fue.

Era la primera vez que se habían conocido, por lo que Jiang Ruiqin sintió vergüenza de pedir su número de teléfono; de todos modos, ella vivía aquí, y a menudo corría por la mañana, estaba seguro de que volverían a encontrarse pronto.

Gu Ning volvió a la casa y se duchó antes de que ella saliera; primero fue a desayunar, luego fue a su compañía.

Una vez que llegó, Zhang Shunjie le preguntó: 

-Jefa, la construcción de la tienda está llegando a su fin. ¿Cuándo se abrirá?

-Creo que se retrasará, porque la sucursal en la Ciudad B está a punto de abrir el próximo fin de semana, abriremos la sucursal aquí después de eso —dijo Gu Ning.

Hoy era lunes, y la ceremonia de inauguración en la Ciudad B estaba a solo cuatro o cinco días de distancia.

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[1] Jianzi es un deporte tradicional chino en el que los jugadores intentan mantener una grúa pesada en el aire usando sus cuerpos sin sus manos, también se refiere al volante utilizado. Consistía en pasarse dicho objeto entre los participantes sin que tocara el suelo.