R. O. T. B. A. S. |4|

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-¿Quién de ustedes me escuchó? ¡Muéstrenme la evidencia! —Tang Yaxin les preguntó a todos. 

Se atrevió a engañar porque cuando dijeron que estaban apostando, no tenían a ningún extraño presente, por lo que nadie podía asegurar que era verdad.

Y creyó que Qi Ziyue y Mu Wenqi estarían de su lado.

Cuando oyeron las palabras, todos se callaron, porque estuvieron presentes cuando apostaron.

Aunque la mayoría de la gente creía en Gu Ning, escucharon que la familia de la señorita Tang tenía decenas de miles de millones de activos. 

Esa es una familia grande y poderosa, ellos no pueden ofenderse por personas tan pequeñas como ellos.

Además no es bueno, ya que ellos pueden vengarse.

No se puede decir que sean egoístas y despiadados, pero no era malo prevenir.

-Sr. Qi y Sr. Mu, ustedes estaban aquí. ¡Pueden decir la verd! —Gu Ning miró a Qi Ziyue y a Mu Wenqi. 

Naturalmente, sabe que estarán del lado de Tang Yaxin, pero aún necesitaba escuchar las declaraciones de los demás antes de tratar con ellos.

Qi Ziyue y Mu Wenqi solo fruncieron el ceño y no hablaron.

También estaban avergonzados. 

Si lo admitían, Tang Yaxin perdería mil millones de yuanes, pero si lo negasen, se ofenderán mutuamente. 

Según su poco conocimiento mutuo, la identidad de ella no era simple, por lo que no querían ofenderla y hacer que se molestara. 

Ellos se encuentran en un dilema.

-Ziyue, eres mi prometido. ¡No puedes ayudarla! —al ver eso, Tang Yaxin gritó.

Al escuchar la palabra 'prometido', el instinto de venganza de Gu Ning volvió a encenderse unos segundos.

Aunque no amaba a Qi Ziyue, no podía olvidar que su profundo amor y confianza por él habían resultado ser una trampa.

Si hubiera tenido la capacidad de resistir en ese momento, ¿Cómo podría permitirles a los dos cometer esa bajeza frente a sus propios ojos?

Ahora ella tenía la habilidad, por lo que tomará represalias. 

Ella solo cambiaba el camino, no directamente, pero haría que ellos recibieran la venganza de a poco.

-Lo siento, estoy con Yaxin. —Qi Ziyue lo sopesó y finalmente eligió ofender a Tang Aining.

Mu Wenqi también le pidió perdón a Gu Ning, naturalmente, estaría del lado de Qi Ziyue. 

Aunque admiraba a Tang Aining, ella era solo una extraña después de todo.

-Muy bien, ¿creen que si todos lo niegan, no tendré evidencia? —Gu Ning se burló.

Al escuchar eso, Qi Ziyue se sorprendió y miró a Gu Ning con sorpresa.

¿Qué? Ella tiene evidencia?

Gu Ning tampoco les decía tonterías, sacó su teléfono celular directamente: 

-¡Realmente creen que soy una tonta! ¿No creen que se puede grabar un audio o grabar un video para testificar en vez de escribir una nota?

Ella filmó en secreto un video, para que la gente pueda ver las palabras de Tang Yaxin claramente expuestas frente a todos.

Ahora, nadie podía negar la evidencia.

La cara de Qi Ziyue de repente se puso verde, roja y fea.

No podría haber imaginado que el otro lado haría tal movimiento.