El Secreto De Mi Crush *KookV*

Destilación del corazón

Desde el instante en el que abandonó ese parque todo a su alrededor parecía derrumbarse, empezando con sus malestares físicos, las nauseas aumentaron, añadiendo dolores de cuerpo y cabeza, se sentía realmente mal con el simple hecho de caminar, su cachorro se movía muy poco y su pecho mantenía esa opresión que le lastimaba, pero eso era lo de menos, porque lo que sentía internamente era peor, el dolor en su pecho, el sentir que su corazón se partía en miles de pedazos era lo terrible, sentirse desolado, como si le hubieran arrancado algo de lo cual no podía reponerse. No comprendía por qué.

No pensaba dejar a Jungkook hasta que la platica con Jimin le abrió los ojos, era egoísta, en todo ese tiempo sólo pensó en su miedo, en las cosas que sucederían en su vida, pero no se detuvo a pensar ni por un momento en Jungkook, en los planes que este tenía y en lo ilusionado que podría estar debido al cachorro, el cual era por completo su vida responsabilidad.

Al escucharlo hablar sobre su hijo y cómo no le importaba que no llevara su sangre, fue un golpe duro, porque Jungkook era mucho mejor de lo que había llegado a pensar, creía que le gritaría, le trataría mal, o que le abandonaría, era eso lo que cualquiera haría, pero sucedió todo lo contrario y eso le aterro.

No había pensado en su ex en mucho tiempo, ni en los momentos que pasaron juntos, pero las noches se habían vuelto tan largas que comenzó a hacerlo, y la duda prevalecía, su ex, el padre de su cachorro había sido su primer novio, su primera vez y su primer corazón roto, había sido el primero en todo, pero entonces, ¿Por qué el dolor de perderlo no se comparaba con el que sentía por Jungkook?

Tenía miedo de darse cuenta que estaba más enamorado de lo que pensaba y que podría salir lastimado y no sólo él sino también su cachorro. Estaba deprimido y perdido.

Tres días habían pasado, hubiese deseado no asistir a la escuela, pero sus padres jamás le dejarían hacerlo, ellos eran demasiado estrictos, así que no tenía escapatoria.

—Come algo—dijo Jimin de forma autoritaria, parecía molesto después de lo que les dijo que había hecho.

—No tengo mucha hambre—susurró bajando la mirada.

Hoseok, quien después de saber la verdad no había dicho nada, acercó a sus labios un poco de fruta, la comió, sólo porque no quería rechazarlo, desde que se enteró, su amigo había hecho hasta lo imposible para hacerlo sentir bien.

—Me siento observado—bufó Jimin.

—Lo siento—dijo cuando supo que se refería a que Jungkook no dejaba de mirarlos.

—Creo que deberías hablar con él.

—No Jimin.

—Es que no entiendo, si te dijo que no importaba, que lo aceptaba, ¿Por qué lo dejaste? Se ve miserable.

Mordió su labio con fuerza, a su lado, Hoseok gruñó. —Jimin basta, no lo hagas sentir peor de lo que ya se siente, si lo hizo es por algo.

—Ya, lo siento—bufó antes de ponerse de pie y abandonar la mesa.

Taehyung intentó no llorar, lo hizo con todas sus fuerzas, porque sabía que Jungkook lo estaba mirando, Hoseok tomó su mano y le sonrió.

—¿Soy una mala persona? —preguntó con una mueca lastimera.

—No, no lo eres, saca eso de tu mente.

Taehyung suspiró.  —Él lo va a superar, estará bien.

—Tú también estarás bien, y el cachorro.

—Gracias—susurró sin realmente estar seguro de eso.