El Secreto De Mi Crush *KookV*

Una nueva oportunidad

Jungkook miraba su clóset con una mueca, llevo su vista al cesto de la ropa sucia en donde busco hasta el fondo aquel suéter negro que estaba seguro había puesto ahí, iría a la lavandería, pero por alguna extraña razón, mucha de su ropa sucia estaba desapareciendo en el transcurso de los días. Salió de su habitación, encontrando a Taehyung en el sillón de la sala comiendo cereal.

Este le miro a través de sus lentes cuadrados que usaba en casa y le sonrió. —Buenos días.

—Buenos días Tae ¿Cómo amaneciste? —preguntó yendo a la cocinera a buscar algo de comer—. Debiste esperarme ¿Quieres que te prepare algo más?

—No, con esto está bien—sonrió de forma encantadora.

—Debes de alimentarte, el ositi necesita alimento. Recuerda, cinco veces al día.

Taehyung miró su vientre de cinco meses y negó. —¿No ves que soy un gordo?

—Yo te veo delgado—dijo poniendo dos panes en el tostador, y regresando de nuevo al sillón individual.

No mentía, Taehyung no se veía nada gordo, su pancita apenas era notoria en esa ropa holgada que usaba. A veces, cuando se movía este lo tomaba de la mano y hacia que sintiera al bebé, eran momentos muy lindos y donde corroboraba que su vientre era pequeño.

—Tae ¿Has visto mi ropa sucia?

—Ammm no—dijo con una mueca—. ¿Por qué?

—No la encuentro—suspiro—. ¿Puedes buscar entre tus cosas?

—¿Piensas que lo robé? —pregunto con un puchero y el ceño arrugado.

—No Tae, jamás pensaría eso, sólo digo que podría haberse confundido. Es todo.

—Lo haré—asintió regresando la vista al plato.

Esa era su rutina, ambos viviendo juntos desde hace una semana, con interacciones pequeñas y sin cruzar una línea imaginaria que habían hecho. Era sábado, estaban libres de la escuela y él podía entrenar, quería, mejor dicho, necesitaba ir al gimnasio a sacar todo el estrés de los últimos días.

—Regresaré en la noche—dijo tomando su bolso de gimnasio, donde iba su cambio y sus guantes—. Estaré entrenando toda la tarde a final de mes tengo una pelea, si necesitas algo puedes llamarme ¿Está bien? Llama a Jimin para que te haga compañía.

—No es necesario, gracias—dijo un bufido—. Ten un buen día, come algo.

—Tae ¿Pasa algo entre tú y Jimin? Últimamente no están tan cerca como antes.

—No pasó nada—dijo sin mirarlo.

—Bueno, si quieres hablar no dudes en decirme. Me voy—suspiró colgándose el bolso y yendo a la cocina por sus tostadas—. Nos vemos. Cuidate.

—Adiós—susurró Taehyung con una mueca. Él tal vez quería un beso de despedida.

Jungkook sentía como su cuerpo entero reaccionaba al impacto de su guante en contacto con el saco, como con cada golpe que daba la tensión en sus músculos se alegraba, estaba tan concentrado en golpear que su mente quedó en blanco, todos los problemas que había tenido, las emociones fuertes y el no poder descansar lo suficiente estaban yéndose. Tal vez aligerandose, aunque sea por unos momentos. Dejó de pensar y el sudor mojó su cuerpo, sus manos dolían, pero no importaba.

—Woow Kook m—dijeron cerca de él—. Hoy estás hecho una bestia ¿Todo bien?

Paro el saco que iba hacia él y miró a Mingyu, a pesar de que ambos se habían enfrentado en el cuadrilátero, eran buenos amigos, tanto así que lo consideraba un angel guardián, a diferencia de Yoongi, este era más dulce, le sonrió antes de asentir.