SeokJin llegó a casa junto a su amigo JiMin, al ver aquella casa de dos pisos le traía muchos recuerdos, en su mayoría felices, pero también el último de sus recuerdos en aquel lugar lo abrumaba de sobre manera, después de todo ahí es en donde le habían arrebatado todo lo que más amaba, pero debía continuar con su objetivo, aunque esto le costará un sin fin de sacrificios, por eso resistió las ganas de llorar y salir corriendo en otra dirección, por eso se adentro en la casa para encontrarse con su padrino esperándolo ansioso y emocionado, el hombre mayor ya no solo era un oficial de policía cualquiera, ahora más bien era el jefe de policía, por lo mismo tenía poco tiempo disponible, pero aún así se las arreglo en el trabajo para poder ir a ver después de tanto tiempo a su ahijado.
--- SeokJin!!! --- dijo el hombre con emoción notoria en su voz y se levantó del sofá para darle un fuerte abrazo al recién llegado.
--- Padrino, me alegro mucho de verlo y de estar de vuelta --- el pelinegro correspondió el abrazo de su mayor, aún estaba un poco molesto por las acciones de éste, pero lo amaba, era la única figura paterna que le quedaba y no podía negar la falta que le hacía desde que se fue de Corea, todo cambió un poco desde ese entonces, su físico maduro al igual que su mente, lo único que seguía exactamente igual en él era esa sed de justicia que le calaba los huesos, la razón por la que en realidad había vuelto a su país porque a decir verdad tenía una gran oportunidad de trabajo en Estados Unidos gracias a sus estudios de Administración de Empresas, pero no acepto porque sabía bien el compromiso que tenía con sus difuntos padres de hacer pagar a los responsables de su muerte, el trabajo vendría después.
--- Bienvenido, estás en tú casa, te dejaré a solas para que te instales con la ayuda de tu amigo, cualquier cosa que necesites solo llámame --- el joven de tez blanca asintió ante lo dicho para verlo partir, una vez se fue comenzaron a acomodar todas sus pertenencias en su habitación y porsupuesto Jin no pudo esperar más tiempo para adentrarse en aquella habitación secreta detrás del librero, JiMin también entró para encontrarla igual que la última vez que la vió y estuvo allí, eso ya tenía tres años, pero parecía que en aquel lugar el tiempo no había pasado, estaba tan intacta como el juramento de SeokJin, era la muestra de que el plan seguía en marcha y claro que el estaría dispuesto a ayudar a su querido amigo, tampoco había cambiado de opinión a pesar del tiempo transcurrido, el lo apoyaría en todo.
--- Por suerte todos los expedientes siguen aquí, comenzaré terminando con Kim HyunJoong --- menciono el mayor para tomar el expediente de "Las Bestias" entre sus manos nuevamente.
--- Hablando de eso, ya no es necesario que te encargues de él --- digo JiMin tranquilo.
--- A qué te refieres? --- estaba desconcertado, no sabía a qué se refería el menor.
--- No lo sabes?...Kim HyunJoong está muerto, fue acecinado justo un mes después de que te fuiste --- las palabras de JiMin dejaron al pelinegro atónito, era una verdadera sorpresa enterarse de aquello.
--- Vaya, entonces ya alguien le dió lo que merece --- mostró una sonrisa burlona, la situación le gustaba, el cerdo ese lo merecía, pero aún falta alguien...
Su hijo...
Kim NamJoon.
--- Si, ese hombre hizo mucho daño y al parecer ganó muchos enemigos --- concluyó JiMin.
--- Pero aún falta Kim NamJoon --- dijo Jin.
--- Pero hyung, el es un buen sujeto, se convirtió en oficial de policía y se graduó como el mejor de su generación, la verdad es que el está del lado de la justicia --- menciono el menor para tratar de hacer entrar en razón a su amigo.
--- Eso es seguramente una fachada, yo no creo en esos cuentos a estás alturas --- mostró una mirada sería --- ese tipo no es de fiar y punto, yo lo demostraré.
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Las Bestias [NamJin] PAUSADA
FanfictionEn esta historia SeokJin es hijo de un policía, el padre de Jin y toda su familia es cruelmente asesinada, pero sólo él sobrevive de la tragedia. NamJoon es hijo de uno de los mafiosos que mandó a matar a la familia de Jin, después de de esto el mor...