Maestro...

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Después de pasarse la tarde con NamJoon y que esté se fuera a casa casi ya a media noche para descansar un poco, el pelinegro se despertó muy temprano como siempre, pero ese día en especial se sentía diferente, había algo nuevo en él que no lograba descifrar del todo, pero sabía por quien se debía esa nueva energía, Kim NamJoon, ese hombre de tez morena que lo había cautivado desde un principio pero que por las circunstancias de la vida no podía querer, pero al pasar de los años y a pesar de todo esto, a pesar de que el oficial es hijo del principal culpable de su incertidumbre y dolor, simplemente ya no pudo resistir sus sentimientos, no tuvo las fuerzas para negarse a la atracción ten evidente entre ambos, NamJoon ya desde un principio no se negaba a ello, pero Jin no quería reconocer ni aceptar que el menor lo traía loco.

Pero la noche anterior todo su orgullo se fue por un caño y simplemente se dejo llevar, solo siguió su instinto, aquel que al observar esos hermosos hijos profundos y dominantes le provocaba una revolución en su estómago como si fuera un estúpido estudiante de secundaria, que al ver esos labios gruesos y suaves no deseaba más que hundirse en un beso y deleitarse con ellos. Una parte de el estaba más que arrepentido de sus acciones tan inconscientes, pero había otra que solo deseaba repetir aquella seción de besos una y otra vez e incluso llegar aún más lejos.

Sus pensamientos parecían solo confundirlo, no tenía idea de lo que se venía con sus acciones, pero ya le daba igual, ya no daría marcha atrás, lo había disfrutado mucho, le encantó comerse a besos con Kim NamJoon y lo repetiría las veces que se le antojara, ha tenido que soportar todas las mierdas de Las Bestias y por eso se merecía al menos descansar un rato de ellas. Eso no significa dejar su objetivo de lado, porsupuesto que no, su juramento aún seguía tan presente como esa cicatriz en su mano, su recordatorio del porque regreso a Corea, por eso no siquiera su cercanía con NamJoon cambiaría las cosas, todo en su mente estaba igual.

Acabar con Las Bestias.

Lo único diferente es el oficial, pero eso no hará cambiar sus planes en lo absoluto. Pronto se alisto, y también acabo con el gran debate en su mente, estaba esperando noticias de JiMin respecto a la escuela de Taekwondo que tenían planeado crear, esperaba que ya tuviera varias solicitudes de empleo para ser el maestro o entrenador, debía conseguir ese negocio lo más rápido posible pues todos comenzarían a preguntarse porque volvió, por eso con este negocio calmaría a todos y podría despistar a sus enemigos, porque claro que con la muerte de la joyera habría muchas sospechas de sus intenciones, pero con la fachada de crear un recinto para aprender Taekwondo todo iría a su favor nuevamente.

Al no recibir ni una llamada por parte de su amigo se dispuso a tomar el teléfono y preguntar de los avances, después de algunos tonos de llamada JiMin respondió.

Hola...

JiMin porque no me has dado noticias, ya tenemos un maestro de Taekwondo?

Ahhh... sobre eso, hay una solicitud nada más, es de un chico...

Cómo que una solicitud?...se supone que debía haber más para escoger al mejor.

Lo sé Hyung pero al parecer no hay muchos expertos en ésto, pero el de la solicitud se ve muy experto y capacitado, de hecho se ha llevado premios y más premios en competencias profesionales, es un cinta negra y dice tener la suficiente experiencia.

Ya lo conoces?

Aún no, solo leí su currículum por correo, pero tiene cita con nosotros, de hecho estaba a punto de hablarte para decírtelo, es hoy a las 16:00hrs, en el lugar que estamos creando la escuela, creo que lo contestarás, se nota que es el mejor para este trabajo.

Las Bestias [NamJin] PAUSADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora