Las Bestias [NamJin] PAUSADA

Comenzando...

Después de aquella visita inesperada por parte del moreno SeokJin se pasó la tarde y parte de la noche pensando en lo que había hecho, esa actitud suya era muy estúpida, no comprendía porque beso a Kim NamJoon, su mente debía estar enfocada en lo verdaderamente importante, atrapar y condenar a los culpables de la muerte de sus padres y de su mejor amiga, no podía pasarse la noche en vela pensando en el oficial, lo más gracioso de todo es que era justo lo que le estaba pasando, no concilió el sueño en gran parte de la noche todo por culpa de ese hombre.

No podía estar pasando esto, era absurdo, totalmente innecesario pensar en su rostro, en sus hermosas facciones, esas dejas remarcadas, esos labios gruesos, en pensar poder tocar su piel de color canela, era una estupidez querer ser besado y tocado por Kim NamJoon, el desear sentir su cuerpo junto al suyo, era una perdida de tiempo.

Perder el tiempo era necesario algunas veces no.

Porque él, Kim SeokJin, el chico que prometió jamás pensar en el hijo de uno de los culpables de sus desgracias, estaba ahí, en su cama, tocando sus genitales mientras pensaba en el moreno, era un movimiento de arriba a abajo, un precioso va y ven que lo llenaba de satisfacción, se sentía tan bien, era algo prohibido, incluso sucio, pensar en él, en Kim NamJoon tocándole. Pero eso estaba haciendo y era genial, totalmente interesante esa sensación de calor y bienestar en su cuerpo, el sentir su miembro palpitar mientras sentía el éxtasis llegar a la punta, tal vez incluso pronunció su nombre en alto una vez su orgasmo se presentó, tal vez no le dió vergüenza en ese momento desear que Kim NamJoon estuviese así con él, que también deseara lo mismo, por eso no sintió ninguna clase de remordimiento al correrse y gritar su nombre, por primera vez en todo ese tiempo desde que lo conoció no pensó en las cosas que lo hacían imposible, solo en la hermosa sensación, con tan solo pensar en ese chico de piel morena y Hermosa sonrisa.

--- Todo e-es tú culpa...Kim NamJoon --- aún sostenía su miembro con ambas manos y respiraba agitado --- por ser...tan sexy...

En su mente solo recordaba esa manera de hablar, su caminar, era tan masculino, ya no era más ese chico de 16 años encerrado por su padre.

Ahora era todo un hombre...

Y eso le encantaba.

[...]

Ya era de mañana y el pelinegro se levantó con todos los ánimos necesarios para iniciar con su plan, la nueva persona en su lista era la joyera, Jeon MiSeok conocería a Kim SeokJin, estaba realmente ansioso por ver frente a frente a la mujer, así como pudo ver a Kim HyunJoong y decirle sus verdades, pero esta vez tendría nada precaución y haría las cosas bien, no cometería los mismos errores de aquella vez. Por eso se vistió con una ropa obscura y se colocó una peluca rubia, también unos lentes e incluso guantes para que nadie lo reconociera.

Se arregló perfectamente y al revisar su teléfono pudo notar que tenía mensajes de Kim NamJoon, en ellos le decía la dirección de una de las tiendas más reconocidas de la joyería, en donde MiSeok administraba todas sus ganancias y maquillaba los números a la perfección para que nadie se diera cuenta de lo ceros de más en sus cuentas bancarias.

Iría a aquella joyería y comenzaría con su estrategia, todo tenía que salir bien. Ya que tenía dos autos, eran de su padre, usó el que jamás sacaba de la cochera, un hermoso auto deportivo color negro, no quería ser el centro de atención en las cámaras de seguridad de la cuidad, después de todo lo que tenía en mente se debía llevar a cabo sigilosamente. Condujo hasta llegar a la tienda llena de hermosas joyas de precios altos, era para personas de alta categoría, era comprensible el precio.

Observó un buen rato todo lo que había en la tienda y después con cautela se acercó a donde la recepcionista se encontraba para hablar con ella.