capitulo 6

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Ya habían pasado algunos días desde el inesperado exilio y el comienzo de la búsqueda de Kopa, pero desafortunadamente no aparecía ninguna pista o rastro de él que motivase a seguir la búsqueda... era como que no quisiera ser encontrado por nadie. Rafiki, mediante sus profundas meditaciones pudo saber que aún seguía con vida, lo único malo es que no podía saber dónde se encontraba.

Kion ya se habían reconciliado con sus amigos y se acostumbraron rápidamente al territorio de Janja, si bien no era tan grande como en Las Praderas, eran casi igual a ellas. Fue un nuevo día de búsqueda sin éxito como todas las veces anteriores a este, haciendo que se retiraran más temprano de lo habitual de "Las Afueras".

—Hay que buscar más adentro de ese lugar puede que esté en un lugar oculto o en uno más alejado de lo que hemos llegado. —pensó Bunga para sí mismo observando más allá de los límites entre ambos territorios.

—Creo que Rafiki está realmente delirando, a lo mejor no hay heredero y murió cuando la otra familia real fue destronada. —infirió Fuli ya agotada de las búsquedas.

—Puedes tener razón Fuli... pero si fuera verdad, me sentiré muy decepcionado.

—¿Por qué lo dices Kion?

—Por nada... esta vez realmente me decepcionaré mucho. —aclaró el cachorro de león.

—¿No es otro de tus llantos? —dijo sarcásticamente el ave un poco aburrido de la actitud de su amigo.

—No Ono... no lo es. —negó Kion con convicción y algo ofendido.

—Chicos, yo los veo más rato. —mencionó nervioso el tejón.

Todos quedaron extrañados con el comentario de Bunga, pero no le tomaron mucho encuentra.

—Está bien... nos vemos más tarde. —respondió Beshte.

Mientras los demás se dirigían dónde janja, Jasiri y Rafiki. Bunga se dirigió en otra dirección sin levantar ninguna sospecha a sus amigos o al menos eso es lo que él creía.

Cuando Bunga se alejó bastante empezó a dirigirse donde Las Afueras.

—Bueno Bunga... es hora... —dijo alentándose a sí mismo para adentrarse a ese peligroso territorio el cual aún se desconocía gran parte de él.

El tejón melero empezó a adentrarse sin preocupación y cuidado alguno como solía ser siempre. Cuando entró, solo había pasillos formados por las rocas, pasó por troncos secos y un sinfín de escenarios diferentes, pero todo era más mucho más putrefacto que en Las Lejanías. Lo malo es que se había extraviado, ya que su sentido de orientación era pésimo y no sabía por dónde había venido, lo cual era algo característico y común de él.

Por el momento no se había encontrado con ningún chacal, ni con alguna pista de Kopa.

—A lo mejor Rafiki si está delirando y lo está inventado... pero si no fuera real ¿Por qué Kion y Rafiki fueron exiliados? No tiene sentido. —decía Bunga en voz alta mientras se rascaba su cabeza. —Pueda que Fuli tenga razón, después del exilio no hubo más heredero. —pensaba como nunca lo hacía.

Siguió caminando, entrando a más pasadizos rocosos y túneles perdiéndose totalmente en estos, hasta que escucho unas voces.

—Estás muy lejos de casa, ¿No es así tejón? —se escuchó en una dirección una voz masculina. —Veo que estás perdido. —se volvió a escuchar desde otra dirección, pero fue la misma voz.

—Vamos muéstrate si eres tan valiente. —desafío Bunga sin miedo alguno.

—Eres muy imprudente tejón. —insulto a voz.

Revelación de la familia RealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora