capitulo 7

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Ya pasaba un poco más del medio día y el único que había logrado despertar era Rafiki, quien aún seguía muy cansado después de ayudar a Bunga con sus heridas.

Tuvo la oportunidad de conocer a Kira y se enteró de que era la hermana mayor del león a quien buscaban, después de eso, fue a beber agua solo para nuevamente se fuera a dormir para reponer sus energías que aún no lograba recuperar.

—Pobre Rafiki, por un descuido de Bunga él está en ese estado. —lamentó Kira siendo escuchada por Janja.

—Es un gran amigo... siempre dispuesto a ayudar sin importar quien seas. —le dijo acercándose por atrás.

—Hay que dejar que descansen bien para empezar el viaje dónde vivo. —apiado la leona ante el estado de los demás.

—Será peligroso con esos chacales a nuestro asecho. —dijo la hiena adulta en un tono de preocupación observando a Las Afueras.

—Por lo mismo hay que esperar que todos descansen bien y así poder planear el viaje para que no haya alguna complicación.

—Tienes razón, creo que también deberías descansar.

—¿Por qué lo dices? —cuestionó Kiara con extrañeza a las palabras de su acompañante.

—Precaución, solo por eso. —respondió Janja.

Kira solo afirmo con la cabeza y se fue a la ladera en la que se encontraba en la mañana y se dispuso a dormir como le sugirió Janja. No le fue fácil lograr conciliar el sueño.

Transcurría el día, nadie despertaba había un silencio que solo se podía escuchar un pequeño riachuelo que arrastraba piedras. Caía la noche, empezaron los grillos a sonar también empezaron a salir las luciérnagas, era una paz que desde hace mucho tiempo no se sentía, pero todo fue interrumpido por Kion, quien había despertado del largo sueño, luego le siguió Beshte, Ono y por último Fuli.

—Hola, chicos. —habló mientras bostezaba Beshte.

—Hola... —contestaron todos un poco desorientados por el largo tiempo de dormir.

—Sí que estábamos cansados. —se percató Fuli entre vergüenza y risa.

—Así es Fuli, hay que ir a ver a... —Ono se interrumpió a sí mismo al ver que era de noche. —Chicos... es de noche.

—Tuvimos que dormir todo el día. —se asombró Kion. —Será mejor seguir durmiendo lo más posible para volver mañana a la rutina de sueño normal.

Todos trataron de dormir, pero ya estaban totalmente descansados. Fuli fue a tomar agua, Ono fue a volar a estirar las alas, Beshte y Kion se quedaron en la cueva.

—¿Cómo crees que está Bunga? —preguntó el hipopótamo observando a la intemperie.

—No lo sé Beshte... solo espero que esté mejorando o que haya despertado.

—¿Por qué tenía que ir solo o por qué no nos dijo? —dijo alterado Beshte.

—Tranquilo, no es momento de cuestionar lo que sucedió, ahora lo importante es la situación de Bunga. —mencionó Kion de forma seria.

Antes que Beshte pudiera hablar, fue interrumpido por Ono y Fuli quienes volvían a la cueva.

—¿Ustedes no van a salir a estirarse?

—No Fuli, ahora no queremos... —adelantó Beshte a responder.

—Están preocupados por Bunga... ¿No es así?

—Así es Ono... así es. —dijo suspirando el cachorro de león.

—Oye, Kion, quiero hablar contigo.

Revelación de la familia RealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora