capitulo 1

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Todo era tranquilo en las praderas nuevamente, se veía que comenzaba un nuevo periodo de paz.

Zira ya no haría más daño a las praderas luego de que cayera por un precipicio y las leonas de Vitani habían sido aceptadas en la Roca del Rey y obtuvieron el cargo de salvaguardar a las praderas en caso de ataque o solucionar problemas menores en el que el rey necesitara ayuda, gracias a esto se logró volviera un poderoso don llamado "El rugido de los ancestros" que se perdió tras la traición de Scar hace tiempo.

A los pocos días, nació el segundo hijo de Simba y Nala, y también sería el hermano menor de Kiara, a quien llamaron Kion.

-Majestades, muy buenos días. -saludó cordialmente una leona. -Buenos días Vitani, ¿van a patrullar?

-Así es majestad. Mis leonas y yo estamos listas para comenzar el patrullaje.

-Está bien Vitani, puedes retirarte. -autorizó la reina con una sonrisa en su rostro para que Vitani se retirase junto a su Guardia de la Roca del Rey para poder mantener a salvo a su hogar, Las Praderas.

-Oh, mira quien viene hay Nala. -persuadió Simba en una pequeña risa -Y viene muy desorientado al parecer. -dijo mientras veía a su hijo menor caminar de lado a lado sin poder mantener el equilibrio.

Kion estaba recién despertando, cada vez que se levantaba rápidamente se mareaba y perdía la orientación haciéndole tambalear a cualquier lado.

-Kion, cuantas veces debemos que decirte...

-Que no me levante rápido, lo sé mamá, lo sé. -interrumpió con algunas risas.

-¿Y por qué no sigues las instrucciones hijo? -entonó con preocupación. -Rafiki ya dijo que no es sano. -mencionó Simba ya más serio y sacando la sonrisa que tenía antes.

-Porque me gusta papá, es divertido. -dijo Kion riendo un poco cobrando el sentido. -¿Y Kiara? No la vi dentro de la Roca.

-Está junto con Kovu. Se levantaron primero que todos para practicar la cacería y un poco de pelea. -respondió Nala.

A Kion le cambio el rostro al escuchar la respuesta de su madre, sentía que Kiara, su hermana, ya no lo quería y prefiere estar más con Kovu.

-Hijo, ¿por qué no vas a jugar con tus amigos? -sugirió su padre.

-Está bien... saluden a Kiara de mi parte. -dijo un poco triste. -si es que aún me recuerda. -murmuró.

Los reyes sabían que sus hijos ya casi no se relacionaban entre sí, estaban distanciados sin saber el por qué.

Kion se retiró y se dirijo primeramente a las cataratas Hakuna Matata para encontrarse con su mejor amigo Bunga.

-¡Bunga! ¿¡Estás acá!? -gritaba el león en busca de su amigo tejón.

-¡Kion! -gritó emocionado mientras se columpiaba entre lianas y ramas para bajar hasta donde se encontraba su mejor amigo.

-¿Listo para otra aventura más? -preguntó Bunga entusiasmado.

-Claro Bunga, siempre cuando no te dé miedo. -burló Kion entre risas.

-¿Yo tener miedo? Sabes que yo no le temo a absolutamente a nada. -Vamos a buscar a los demás. -alentó.

Ambos amigos caminaron a las afuera de las cataratas Hakuna Matata para poder ir a buscar a Beshte, su amigo hipopótamo al estanque en el que vivía, pero sin antes fueron al árbol de Rafiki y de Makini para ir a buscar una fruta del Baobab para jugar mientras caminaban y no aburrirse. Mientras ambos amigos jugaban sin cesar en dirección al estanque de los hipopótamos, se topan con su amiga Fuli, quien también se les une al juego hasta que se encuentran con alguien que no estaba planeado.

Revelación de la familia RealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora