capítulo 5

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Apenas el sol iluminaba a Las Praderas, Simba y Nala se dirigieron dónde Rafiki descansaba, aún se podría considerar que era de noche.

Rafiki estaba meditando, estaba en un trance con Mufasa, quien estaba decepcionado con el mandril por no poder proteger aquella cueva que tenía almacenada la verdad del reinado.

—¡Rafiki, sé que estás aquí! —gritó enfurecido el rey.

Salió de su trance y bajo su árbol para ver a los reyes, quienes no estaban para nada felices.

—¿Si, en qué puedo ayudarles a estas horas?

—No te hagas el inocente. —dijo Nala tratando de golpearlo, pero ese ataque no fue nada difícil de esquivar por sus experiencias de combate.

—Veo que se enteraron de que Kion supo la verdad. —dijo el viejo mandril. —Lamento que tengan que exiliar a su propio hijo que era el futuro líder de la Guardia del León.

—¡Majestades! —dijo agitado y cansado.

—¿Si Kovu?

—Hay más animales que saben de la verdad. —jadeaba el joven león tras correr desde la Roca del Rey.

Rafiki se puso nervioso, los amigos de Kion también sabían que era lo que ocurría y no se le esperaba un buen destino para ellos y antes que Kovu pudiese hablar, golpeo a Kovu dejándolo inconsciente y prosiguió a hacer lo mismo con los reyes.

Rafiki se apresuró a ir donde Fuli para avisarle lo que se aproxima.

—Fuli, despierta. —decía alterado mientras miraba a todos lados por si venía alguien.

—¿Qué sucede? —mencionó desorientada.—¿Rafiki?

—No hay tiempo, hay que ir con los demás y salir de Las Praderas. —dijo agitado el viejo mandril.

—¿Tiene que ver con Kion? —preguntó ya algo consiente después de ser despertada repentinamente.

—Sí, y no es nada bueno.

—Está bien. —alarmó. —Usted vaya con Bunga, yo iré primero por Ono y luego Beshte.

—Bien, nos vemos en Las Lejanías.

Ambos se separan a buscar a cada amigo.

Fuli fue la que menos tardó, su rapidez le era beneficioso para casos como estos. No como Rafiki, que a pesar que aún es bastante ágil para moverse rápido, su avanzada edad lo limitaba.

—Bueno Rafiki, ¿Qué sucede? —solicitó Fuli precipitadamente algunas explicaciones al ver que Rafiki se acercaba junto a Bunga a los límites entre Las Praderas y Las Lejanías.

—Primero encontrar a Kion, en el camino explico todo.
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Nala, Kovu y Simba tardaron poco tiempo de despertar del golpe que Rafiki les proporcionó, Kiara se encontraba allí tratando de despertarlos.

—Al fin que despiertan—dijo aliviada. —Veo que están mareados... no se levanten aún. —sugirió Kiara.

—Ese mandril... —trató de hablar Kovu con dificultad.

—Al parecer el golpe fue demasiado fuerte, mejor duerman... mañana nos encargaremos de esto.
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—Bueno Rafiki, ¿Qué sucedió?

—La verdad es que no lo sé, los reyes llegaron a mi árbol y me dijeron que Kion está exiliado, al igual que yo.

—Absolutamente eso no es para bueno.

Revelación de la familia RealDonde viven las historias. Descúbrelo ahora