Naraku dejo a Kagome en la sala mientras subía a cambiarse, ella miraba el piso sin expresión, se repitio mil veces que era lo que quería, decidida a disfrutar de su relación se sentó cruzando las piernas tratando de aparentar serenidad, nunca antes había sentido tantas cosas, escucho unos pasos y permaneció quieta hasta que la voz de la mujer sonó tras de ella.
-mira quien está aquí-hablo Sango parándose a su lado -señorita Higurashi dígame a quien viene a ver a mi cuñado Naraku o a mi sobrino Inuyasha.
Kagome se sintió mareada por un momento ¿Qué sabía sobre ella e Inuyasha? se preguntó tratando de no mostrar perturbación alguna, muy al contrario, sonrió educadamente mirándola de arriba abajo, su vestido corto azul dejaba a la vista todos sus atributos.
-señorita Higurashi-fue Shipo quien corrió a sus brazos e interrumpió a las mujeres.
-hola amor como estas-dijo Kagome sonriendo y besando la cabeza del pequeño.
-estoy fastidiado, quiero ir por helado, pero nadie quiere llevarme por uno-menciono mirando de reojo a su tía.
-no crees que es muy temprano para ello, espera que pase del medio día.
-pero yo quiero un helado-volvió a mencionar insistente.
-qué te parece si vamos con Kagome por uno-hablo su padre bajando de la escalera.
Sango miro asombrada a su cuñado al escuchar como llamo a la azabache, acaso ellos, pensó de mal humor.
- ¡SIII! -brinco feliz el niño.
Naraku miro a su cuñada, estiro la mano a Kagome mientras enviaba a su hijo por su gorra, lo miro subir por las escaleras, y sin más, él abrazo a Kag de la cintura.
-pero dios que pasa aquí-dijo la mujer aparentado sorpresa.
-Sango quiero presentarte a mi novia-sonrío Naraku.
-así que novia-sonrío esta cínicamente- ¿y tus hijos ya saben?
-por supuesto tía y estoy contento con ello-la voz de Inuyasha sonó firme al entrar por la cocina.
- ¿y tú qué opinas Kikiu? -pregunto viendo a la chica bajar.
Naraku levanto la mirada, su hija lo evadió, solo fijo la mirada en Kagome, camino lentamente hasta llegar frente a esta, quien sonrío y espero su reacción.
FLASH BACK NARAKU
-padre, ¿Dónde estabas? -pregunto Kikiu al verlo entrar a su cuarto.
-Kikiu necesitamos hablar-se sentó a su lado en la cama-anoche no pude aclararte las cosas.
-de que hablas papá-dejando los auriculares a un lado y mirarlo.
-quiero que sepas que quiero rehacer mi vida-comento mientras veía extenderse una gran sonrisa en la cara de su hija-pero no con tú tía.
- ¿y entonces? -pregunto haciendo una mueca.
-la señorita Higurashi y yo hemos mantenido una relación desde hace dos meses-hablo sintiéndose libre-ella me gusta mucho, quiero que la aceptes como mi novia.
-estás jugando padre-dijo la chica apretando los dientes- no es divertido, ¿la niñera?
- ¿la niñera? -repitió mirando a su hija-que hay de malo en enamorarse de la niñera.
-después de todas esas reglas, por fin una mujer se metió en tu cama-exclamo molesta.
-Kikiu respétame por favor y a ella también, esto solo se dio y ya-comento extrañado por la reacción de su hija- nunca habías sido tan despectiva.
-nunca había conocido a una mujer que pretendiera realizar un trabajo y terminar con el patrón-menciono con reproche- ¿Cómo pudo esa mujer meterse contigo?
-la verdad hija, fui yo quien se metió con ella-comento sonriendo.
-ella me compro esa ropa y, aun así, tú-se levantó enojada-esa mujer arruinará esta familia, hará que te olvides de mamá-grito-en cambio tía, ella nunca haría algo así.
-Kikiu no amo a tu tía-se paró y acerco a ella- Kagome nunca haría algo como ello.
-¿Kagome? Vaya ahora la llamaras así-menciono tirándose en la cama con lágrimas en los ojos-una desconocida nunca sabrá de mamá tanto como tía Sango.
-no discutiré, le daremos tiempo al tiempo, conócela, por mí-pidió.
- ¿y por mí que harás? -dijo con necedad.
-seguirte amando como hasta hoy hija-respondió con un resoplido, dejándola sola.
Kagome clavo la mirada nerviosa en Kikiu, la chica parecía haber llorado, acaso ella había sido la causante, contuve el aliento mientras esperaba, todos esperaban.
-diviértanse-susurro-señorita Higurashi cuide de mi padre.
-por supuesto Kikiu, lo hare con gusto-dejo salir el aire y sonrío.
- ¿quieres venir? -pregunto su padre sonriendo feliz.
-no, gracias.
-ya vamos-grito Shipo bajando con emoción y jalando a Kagome.
-bien, nos vemos-se despidió.
Durante el almuerzo Sango miro a su sobrina, por lo visto su cuñado había convencido a su hija, no pensaba quedarse con las manos cruzadas, estaba perdiendo terreno, estaba perdiendo oportunidad con Naraku, desde que su hermana presento al bombón de Naraku a su familia, ella sintió una atracción por ese hombre, aunque nunca se atrevió a insinuarse, más que aquella noche después del entierro de su hermana, que lo vio tan devastado e intento consolarlo con su cuerpo, sabiendo que sería una pérdida de tiempo decidió marcharse.
-en serio estás de acuerdo con ello-pregunto a su sobrina.
-no, pero por ahora ella lo tiene hechizado, tía ayúdame a separarlos-pidió la chica.
-estaré encantada Kikiu-sonrió complacida la mujer-esa tipa solo quiere robar el amor de tu padre, hacer que olviden a su madre.
-eso creo, se ha ganado a Shipo, Inuyasha también, yo no caeré tan fácilmente.
Muchos años habían pasado desde que Kagome se sentio en familia, Shipo era un amor y Naraku, era... evito pensar de nuevo en cosas que no tenian sentido, estaba decidida a ser la mujer que él necesitaba, sus hijos merecían todo el amor del mundo, estaba dispuesta a ser la mejor madrastra, con Shipo, Kikiu y con... con Inuyasha también, sonrio sin cuando Shipo le regalo un beso, dejando sus pensamientos en pause, Naraku tomo su mano y juntos los tres caminaron por el parque de diversiones, era un día perfecto, lastima que ella tenía mil ideas en su cabeza.
-te amo lo sabes-le susurro Naraku besandola con pasión mientras su hijo dormia en la parte de atrás del auto.
Y a su pesar, de nueva cuenta Kagome fingio que todo estaba bien y se dejo hacer.
Continuara…
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La Niñera
FanfictionComo dueña de una agencia importante de Niñeras Kagome tenia el deber de satisfacer a sus clientes, estaba orgullosa de sus empleadas, todo era perfecto hasta que aparecio él y se vio obligada a ser ella misma quien se hiciera cargo de sus hijos...