Realidad

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—*Abrí mis ojos de golpe y vi que estaba tirada de espaldas al suelo ¿Era de noche? ¿Que pasó?*— no... recuerdo nada  —*Cargaba mi ropa normal, mi vestido blanco en estampado rosa no entendía nada se supone que estaba en el campo de batalla, mi espalda quema aún tengo la marca de maldición, frente a mi se encontraba un lago, me disponía a ponerme de pie cuándo escuche algo entre los árboles*

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-Vaya señorita Anarten —Decía Harui— veo que tiene un vínculo muy fuerte con este shinobi, además lo defendiste hace poco

-¡¡A ti qué demonios te importa!! —Contestó el castaño— Anarten... basta

-¡¡Los mataré a ambos!! eres una vil traidora Anarten —gritó con furia la ninja del veneno—

-Esta bien Zarui... si lo que quieres es pelea... ¡¡Eso tendrás!!

- ¡¡No lo hagas Ten!!

-¿A-Anarten? —Dijo la castaña quien aún observaba tras un árbol—

-Iré con ustedes...

-Hay Anarten... me muero de ganas de ver la reacción del Raikague cuándo llegues a la aldea como una traidora.

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-A pesar de ser consumido por el veneno de Zarui eres fuerte Tenko Ama te mantienes en pie, dentro de poco no podrás invocar siquiera una shuriken.

-¡¿Papá?! 

-No se atrevan a hacerle daño a Anarten o romperé la promesa y ambos me las pagarán.

-Alto,  Detente Harui... —Gritó la ninja del veneno—

-¡¿Y ahora que Zarui?! no te dejaré toda la diversión

-Nos vamos Harui, querido ellos están perdidos

-¿Que dices ?

-Anarten irá con nosotros, deja a ese ninja en paz

-No... no lo permitiré, ella no irá con ustedes

-Es cuestión de tiempo para que el veneno te mate Tenko Amma

-No, ese no es el trato

-Jamás tendría piedad contigo Anarten —Dijo la ninja del veneno—

-No... —Susurró levemente la castaña viendo aquella escena—

-¡Prometiste no dejarlo morir Zarui!

-Jajaja exacto pero no puedo repeler el veneno, lo sabes ¿No?

-Maldita...

—*La ví estaba realmente alterada, de un momento a otro de sus manos apareció el Rayo violeta que ella poseía estaba dispuesta a atacar pero apareció un hombre y le dió un fuerte golpe cerca de la nuca dejándola inconsciente, estaba a punto de acercarme pero no me pude mover, luego de un instante a otro apareció.... el cuarto hokague*—

-¡Despierta! demonios, sus signos vitales son demasiado bajos aguanta, te llevaré a la Aldea lo más rápido que pueda

—*La escena frente a mi cambio de golpe y ahora estaba en lo que suponía era el hospital de Konoha*—

-Anarten...¿D-donde e-estoy?

-Logramos extraer el poco veneno que tenías en tu cuerpo Tenko, pero debes descansar tu sangre aún tiene rastros del veneno...

-¡No! yo no puedo descansar ahora debo ir a la nube...

-¡Joven no puede! son ordenes de hokague debe descansar —Decía la enfermera tratando de contrarlo—

Amor en las SombrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora