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Me sentía tan mal que no me importaba ni mi pena, ni pudor por que un extraño me viera mi trasero. Se que un enfermera (o) te inyecta, es un extraño, pero este hombre se había convertido en mi tormento en estos últimos días, agradecía su ayuda, pero no iba a permitir que me diera ordenes..

Además él lo juro, ya me inyecto, ahora le tocaba irse de mi casa, pero solo veía como se adelantaba abrir la puerta de mi casa y al pensar que era la enfermera que Konan me había dicho, me acercaba a la puerta para disculparme por su molestia, pero cual era mi sorpresa frente a mi estaba 

Además él lo juro, ya me inyecto, ahora le tocaba irse de mi casa, pero solo veía como se adelantaba abrir la puerta de mi casa y al pensar que era la enfermera que Konan me había dicho, me acercaba a la puerta para disculparme por su molestia, pe...

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Mi nombre es Kiba Inuzuka y hace unos años atrás yo era la pareja de Hinata Hyuga. Pero había sido un imbécil con ella y había arruinado mi relación con ella por a verme querido aprovechar de ella y su talento..

Siempre me ha gustado la vida cómoda, pero no me gusta esforzarme, por algo aprendí a conseguirlo todo fácilmente.

Justo hace unos días atrás había vuelto a Japón, tras muchos años de ausencia y lo primero que quería hacer era verla, yo había huido de aquí hace muchos años atrás como un cobarde y quería resarcir mi error.

Al llegar al aeropuerto lo primero que veía en una pantalla de televisión, ahi reproducían a un imbécil quien había atacado a Hinata y al ver esa noticia, me enteraba que él había hecho una critica hacia ella y su trabajo y eso me había hecho recordar al viejo Kiba..

Había conocido a Hinata en un accidente de elevador, la luz se había ido y ella había entrado en pánico por ello, recién se muda al edifico donde yo vivía, yo ya estaba acostumbrado y la había auxiliado.. 

Unas horas después nos habían sacado de ahí y me presentaba, ella viviría en el último piso de ese edificio, osea dos piso arriba que yo..

Después de ese bendito accidente para mí, empezamos a acercarnos, ella me había invitado un café en señal de agradecimiento por la acción que hice por ella en el elevador, yo le decía que no tenía nada que agradecer ya que para eso estábamos los vecinos, para apoyarnos, pero ella había insistido y no me pude negar a tan bonita invitación.

Días después seguimos platicando conociéndonos un poco más, me había enterado que era huérfana y que su sueño era ser escritora. Ella estaba estudiando literatura y pronto se graduaría, ella como yo no tenía nadie en la vida y creo que después de ahí habíamos empezado a crear un lazo..

Era bonita, tenía unos lindos ojos de color peculiar y en su rostro siempre le acompañaba un lindo sonrojo y una cálida sonrisa, además de que siempre se esforzaba mucho para lograr su meta en la vida y eso me hacia admirarla.

Meses después de ser amigos y buenos vecinos la había invitado al teatro, en la ciudad se presentaba una artista de ascendencia Japonesa llamada Kurenai Yūhi y era una de mis artistas favoritas, así que Hinata y yo iríamos al estreno de la obra..

El sol y la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora