EL CHICO EN MIS SUEÑOS

¡GOODNIGH! ¡GOODNIGH!

Estoy en el parque y no veo a Alexánder por ningún lado... ¿Dónde estás?

Llámenme tonta pero llevo una hora esperando y aún tengo la esperanza que vendrá, estoy segura que algo pasó, solo quiero saber ¿qué? —me recuesto a la banca donde estoy sentada y enfoco mi vista en el cielo, en otra ocasión diría que es un escenario hermoso para estar feliz, pero en este caso, no puedo ver la hermosura del lugar más que para llorar y estar triste. El frío aumenta con cada minuto que pasa y yo ya no siento nada, estoy en mi realidad y están cruda que solo quiero escapar, dejar de sentir.

Los árboles se mecen al compás del viento, las nubes grises opacan el hermoso atardecer, la oscuridad llena el lugar y todo se vuelve tan deprimente, creo que después de todo la tormenta no ha pasado y debo refugiarme si no quiero terminar mojada o con un resfriado... ¡A mi qué me importa eso!

El cielo está tan bajoneado como yo y no lo oculta, porque yo sí...

Mis ojos se cierran y dejó salir el dolor, reprimirlo tanto me hizo soltar unos pequeños sollozos y como señal o quizás como copia de mis actos, las nubes descargan tanta agua que mojan por completo mi ropa.

Me reincorporo en la banca y bajo mi cabeza, pensando quizá en sí ¿todo es mi culpa? Entonces siento como una mano se posiciona en mi hombro y lo aprieta ligeramente, mis pulmones se llenan de aire de nuevo y me giro para poder abrazar a esa persona que tanto espere... Pero me topo con la sorpresa que no es quien creo, solamente es... Will.

—Vamos Fer, — dice, pero yo no reaccionó— él no vendrá.

—¿CÓMO SABES ESO? —le grite y sentí como la respuesta destruiría la diminuta esperanza en mí.

—Porque yo fui quién mandó la nota con la señora que te encontró fuera del hospital —mis ojos se llenaron de lágrimas y entonces lo supe, esto sí era un juego y yo caí, la realidad me golpeaba de nuevo y el recordarío nuevamente ¡La vida no es fácil!

—Lo siento sé que te sientes horrible, pero lo hice por tu bien, así podrás darte cuenta que él no es real— dice; las palabras se repetían en mi mente "él no es real" una y otra vez...

No pude más, levante mi rostro y vi a Will directamente a los ojos, busque la señal de burla en su rostro, pero nada, él se mostraba serio y no había duda... ¡NO ERES REAL ALEXÁNDER!

Escape de la realidad, nada me mantenía aquí, el dolor me lo hizo saber y solo pude escuchar los suaves gritos de Will.

—Fer, Fernanda... —no sé que pasó pero aunque lo escuchaba, yo no pertenecía a ese lugar y después vi tanta oscuridad y silencio, que poco a poco me consumió... Diciéndome indirectamente.

¡GOODNIGH! ¡GOODNIGH!