EL CHICO EN MIS SUEÑOS

SALVACIÓN

Desde aquella nota, estoy paranoica veo a mi alrededor cada 5 minutos, sé que es él, y quiero verlo y hablarle pero ¿lo conseguiré?

Estoy en la cafetería de la universidad, tomo un café y espero que inicie mi primera clase, intento repasar un poco, porqué no me he podido concentrar en las clases, mi mente está llena de tantas incógnitas y no puedo resolverlas.
Han pasado varias semanas y nada, no aparece en mis sueños y siento como si me hubieran arrancado un pedazo de mí.

Dejó de leer y me concentro en cada detalle y recuerdo de mis sueños.

(Yo caminando molesta y él arrojando agua)—recuerdo y una sonrisa tonta se asoma por la comisura de mis labios— (Yo estrellándome y cayendo, él llenando mis oídos con el sonido de su risa) —continuo y mi sonrisa es alimentada con cada recuerdo, hasta que el timbre de la universidad, me trae de vuelta al mundo.

Me levando de mi asiento y me dirijo a mi salón. Al llegar la mayoría de mis compañeros están aquí y trato de apartarme de cada uno de ellos, no quiero y no estoy de ánimos para soportar alguno que quiera empezar alguna conversación.

La profesora Estela empieza con el tema de hoy "la conservación de los inmunológicos" y lanza algunas preguntas del tema, pero ahora estoy un poco distraída pensando, ¿qué estará haciendo?, ¿acaso piensas en mí?

—¡Señorita Sánchez!—dice la profesora, todos giran y comienzan a mirar.
—Sí profe, dígame—responde Valeria y todos la observan.
—¡Disculpa!, se me olvidaba que hay dos Sánchez. Señorita Fernanda Sánchez—vocifera y levanto mi rostro para observarla, aunque ya siento todos los ojos de mis compañeros sobre mí.

—¡Dígame!—respondo, aunque estoy un poco desinteresada de su comentario, pero ya me imagino que es uno de sus reclamos por no estar pendiente a la clase.
—¿Cuáles son las entidades qué rigen las normas del frasco abierto? Deberá responder correctamente sí desea pasar a la práctica de dicho módulo. —me recuerda.

¡No puede ser! ¡Genial! Ahora tengo que pensar realmente en la clase y esto me va afectar.

Intento recordar algo, pero no sucede, (¡Cómo vas a saber si no has prestado atención!) —dice mi conciencia y por inercia busco en mis apuntes y nada, hoy no tengo nada que pueda ayudarme.

—¿Sabe la respuesta? Me extrañaría si no supiera porqué ha estado muy atenta. —me dice, con su noto de sarcasmo.

¿AHORA QUÉ VOY HACER? —me digo y resignada a fallar bajo la cabeza a mi escritorio y hay una notita.

La respuesta es OMS E ISO, presta atención.

Desde las sombras A...

Miro a mi alrededor y no veo a nadie sospechoso.
—Señorita Sánchez nadie va ha decirle nada, si no sabe dígalo rápido—me dice la profesora; reaccionó y la miro.

—Sí, lo siento profe he estado un poco distraída, pero la respuesta es OMS E ISO—respondo un tanto nerviosa y me fijo como todos me observan sorprendidos.

La profe solo me miró con asombro y asintió, siguió preguntando y no dijo nada.

Poco después suena la campana y todos comienzan a salir del aula y yo no soy la excepción.

Al estar a punto de pasar el marco de la puerta, escucho mi nombre.
—Fernanda Sánchez... No se quién te paso la información pero ten cuidado, porque no habrá próxima. —dice la instructora Elena, pero no la miro solo salgo de aquel lugar, tratando de entender, ¿cómo hiciste? Y aunque no lo sé ¡te debo mucho!, me has salvado de reprobar.

Gracias A...