Gulf Kanawut vive suspirando por su amor platónico Mean Phiravich, desde que estaban en el colegio, el chico más guapo, rico y popular.
Cuando llega su ultimo año de instituto, un nuevo alumno llamado Mew aparece y este se enamora al instante de Gul...
Luego de lo ocurrido, Mean faltó por un largo tiempo al instituto y sus padres alegaron que este estaba en un lugar de retiro.
Por su parte, Perth intentó arreglar las cosas con Saint pero le fue imposible, ya que este estuvo muy reacio a ello.
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El más alto se sentía demasiado culpable con lo de Gulf y además estaba muy preocupado por el castaño, el cual nunca le contestó a las llamadas y mensajes que le hizo.
Entre tanto, el moreno decidió olvidarse del pasado y seguir adelante con su vida y eso le fue mucho más fácil y llevadero, gracias a sus dos mejores amigos.
Especialmente, Mew se volvió un importante apoyo para Gulf y poco a poco, este consiguió que volviese a sonreír.
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Pasaron las semanas y finalmente, para los exámenes finales, Mean regresó.
-¿Estás bien?-le preguntó Saint nada más verlo sentado en su lugar de siempre-...Te extrañé mucho y estaba muy preocupado por ti.
El castaño asintió con pesar.
-Si, lo siento...en ese lugar no me dejaban usar el teléfono pero ya los he visto...muchas gracias por preocuparte por mi.
-No sé si sabes pero Perth y yo ya no estamos justos desde esa noche.
-No no lo sabía...lo lamento pero al no verlo entrar contigo algo intuía.
Saint suspiró resignado.
-No quise seguir a su lado, creo que junto a él nunca fui yo mismo.
Mean asintió nuevamente.
-En este tiempo puede darme cuenta de la persona que era y como he acabado y ya no quiero ser así más...Realmente lo que ha pasado me ha hecho mejor persona y eso se lo debo a precioso.
Saint suspiró.
-Si, a mi también...por cierto ¿Ya lo has visto o hablado con él?
Mean negó cabizbajo.
-No, aún no lo he visto pero supongo que no querrá ni mirarme y no lo culpo...fui un capullo con él y no se lo merecía.
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