Poema #12: Castidad

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Nadie dijo que el sexo fuese malo,
Dios nos lo dió como regalo,
fuente de placer para los esposos,
es escabroso buscarlo por nuestros propios medios,
de necios,
se unirá al hombre a su esposa,
y serán una sola carne,
si sientes la presión de esta sociedad,
que se mofan diciendo: "¿Todavía eres virgen?"
Hay un remedio,
Diles que el Señor desde tu origen,
te ha preparado una ayuda idónea,
parra fecunda,
y que solo con ella,
vas a gozar de noches de pasión,
tras casaros en el altar,
quiero que sea tu contestación,
y pensarás:
" Mi esposa esta hermosa,
que rico goza,
sus orgasmos son una delicatessen,
¡No ceses de gritar mi nombre, mientras nuestros cuerpos se rozan!"
Sea el lecho sin mácula,
en mayúsculas,
El Señor bendice a las familias,
con muchos hijos,
el prostíbulo es escondrijo,
de los infelices y sus filias,
¡Ten cuidado con los besos, hermano!
Una cosa lleva a la otra,
no explotes como propano,
hay muchos peces en el mar,
no eches las redes,
donde se contamina,
hay quien no lo hace adrede,
y su fe se difumina,
no hospedes,
en tu corazón,
a un bacalao,
pues gustan mucho de fiesta,
y lo espiritual lo dejan de lao,
su corazón de ruido se atesta,
y quizás te meta en un sarao,
queriendo ir al Lollapalooza,
antes que a la Misa
ni a una merluza,
pues no entiende de sentimientos,
todo le da risa,
y cuando se capuza,
se la lleva la marea,
a toda prisa,
escoge el pez de donde sacó las monedas Cefas,
mujer virtuosa,
¿Quien la hallará?
Su estima sobrepasa,
a todas las piedras preciosas,
nunca mengua
no engrasa su lengua,
pues no es una espada,
está hecha de caramelo,
suave al tacto,
de terciopelo,
su carácter te dejará estupefacto,
es fuerte,
te acompaña en los momentos exactos,
hasta la muerte,
es comparable a las yeguas del Faraón,
corazón de leona,
caza su alimento,
en la cabeza,
una invisible corona,
¡Ella viste con harapos!
Lo importante es el interior,
digan lo que digan las bocas de trapo,
Alaba a su Señor,
amiga  del hombre,
el hombre esta solo,
necesita una compañera,
así fue sacada Eva de la costilla,
una maravilla, una guerrera,
"Hermosa bandolera,
esta vez no he soñado con gavillas,
sé interpretar mis propios sueños,
como José,
anoche soñé con muchos corazones,
lo sé,
y solo el tuyo,
entre ese gentío,
hacía reverencias al mío"

El Evangelio para Sadboys (En construcción) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora