Te reto a recordarme ||Trilogía libro 2|| Terminada||

Epilogo

Nota importante al final ;) (Esta vez si es importante)Me importa mucho que al lean. Espero ue les guste el epilogo, lo corregi unas 500000 veces

Narrador 3ra persona

Ambos estaban conversando sobre como seria la boda la próxima semana.

Si, el tiempo había pasado más que rápido.

Después de 5 largos meses de espera en una semana ya sería su boda.

Rose saltaba alegremente mientras Emily (quien ya estaba de vuelta) jugaba con uno que otro juguete.

Se podría decir que ambos por fin tenían un poco de paz.

Aunque bueno, ya se imaginaran a rose al enterarse de que esta pareja se iba a casar.

En eso e teléfono de Mathew sonó, el había dejado muy claro a todos sus contactos que no lo llamaran porque estaba con el estrés al máximo con los temas de la boda, y las únicas llamadas que quería recibir era de los planificadores, porque era bastante molesto esperar una llamada de cuantas mesas iban a haber y cuando te llaman, y al final resulta que era un amigo queriendo salir a comer.

Definitivamente no.

Por lo que Mathew, confuso se levanto y cogió su teléfono que estaba en la cocina.

Desconocido decía en la pantalla. No podía ser nadie que estaba planeando la boda porque el tenia guardado todos los números, por lo que dudoso contesto.

-¿Hola?- dijo. Pero no se escuchaba nada. Solo la respiración de alguien-¿Quién habla?- no se escuchaba nada. "Que me jodan con bromas telefónicas a estas horas." pensó, y se dispuso a colgar cuando una voz hablo.

-Mathew Andersen-Mathew se lo pensó antes de hablar.

-Eh...sí, soy yo ¿Quién habla?-

-Nadie importante, ahora escúcheme bien- No lograba reconocer la voz, parecía como si la hubieran distorsionado al propósito. -Disfruta de lo que tienes, porque todo se puede acabar en cosa de segundos- Mathew miro el teléfono confundido.

-Disculpe, ¿Cómo sabe mi nombre? ¿Quién es? No estoy para bromas- dijo seriamente. Esto le estaba preocupando. Probablemente era una broma, si.

Pero lo que la persona le dijo a continuación, lo dejo fuera de dudas, se quedo completamente helado.

Y ahí, supo inmediatamente quien era.

Ben

****

Las manos de Clarisse temblaban con forme se ponía el vestido. ¿Era normal estar así de nerviosa? ¿¡Era normal estar tan jodidamente nerviosa?! Ella ya tenía experiencia en esto, no sería la primera vez que fuera al altar, pero ahora se encontraba a sí misma con miles de pensamientos en la cabeza, rondando sin rumbo alguno. Estaba nerviosa, porque sabía que después del "si" no había vuelta atrás.

Y eso, le ponía los pelos de punta.

¿Qué tal si todo salía mal? Conociéndose a si misma siempre algo salía mal. ¿Qué pasaba si no estaba tomando la decisión correcta? Todavía estaba a tiempo de retractarse, pero la verdad es que no tenía la mínima intención de hacerlo. Por otro lado, como cualquier novia antes de la boda, estaba feliz. Porque si todo salía bien ya no tendría que preocuparse si Mathew la dejaba, si la vida los separaba. Ya estarían juntos. Por siempre. Se miro al espejo mientras suspiraba. La Clarisse que veía ahora definitivamente no era la misma Clarisse con la que se encontró Mathew caminando por la calle.

Y ella estaba orgullosa de eso.

Había madurado mucho en estos últimos años, lo suficiente para saber qué era lo mejor para ella y que no, y ella sabía que esto era lo mejor. Ella siempre había luchado por su felicidad, lo que no se dio cuenta es que la tenía en frente de los ojos. A veces nos toma tiempo darnos cuenta que la verdadera felicidad está a unos paso de nosotros. Por suerte ella se había dado cuenta de ello. Se miro al espejo por última vez. El vestido era realmente hermoso, ajustado por la parte de arriba y en la parte de abajo suelto, bastante simple, pero simplemente perfecto. Como a ella le gustaba.